Fotos Bruno Cortés / Maya Comunicación
Santa María la Ribera es la colonia más antigua de la Ciudad de México. Con casi siglo y medio contando historias, fue inaugurada en 1861 sobre lo que eran los terrenos de La Teja, marcando lo que sería el inicio de una de las metrópolis más grandes de todo el mundo.
Considerado el primer fraccionamiento de la capital mexicana, el trazado de sus calles fueron los indicios para empezar a crear planos de la misma ciudad. Aquí hay casas que ahora son Patrimonio Material de México y por la misma razón no pueden ser modificadas o derribadas para dar lugar a complejos más actuales. Asimismo, hay construcciones emblemáticas que son un estandarte para los habitantes de la urbe.
A pesar de que la colonia ha tenido un crecimiento acelerado en relación a la apertura de restaurantes, cafeterías y hasta galerías de arte, este emblemático barrio no olvida sus raíces de barrio y puedes encontrar todo tipo de antojitos mexicanos y hasta algunas pulquerías. ¡Iniciamos con el recorrido de los imprescindibles por ver!
Dato curioso: aquí vivieron grandes personajes como el Dr. Atl, Amado Nervo, Enrique González Martínez y Mariano Azuela, por ello algunas de las calles de la colonia llevan esos nombres.
El Kiosco Morisco
Ubicado en la Alameda de la colonia, el kiosco fue diseñado por el ingeniero José Ramón Ibarrola y es una joya arquitectónica con muchos rasgos e influencias de las construcciones árabes. Su historia se remonta a finales del siglo XIX cuando se mandó a construir por el Pabellón de México en la Exposición Universal de 1884 en Nueva Orleans. Un símbolo y punto de encuentro donde hay clases de pintura y de baile, pero también puedes disfrutar de una nieve o unos chicharrones y ver el sol ocultarse en el horizonte. Un dato curioso es que en primera instancia fue puesto en el Centro Histórico, pero luego se trasladó por órdenes de Porfirio Díaz a esta colonia cuando se mandó a construir el Hemiciclo a Juárez. Una muestra de la arquitectura mudéjar, gran opción para pasar un par de horas.
Museo Universitario del Chopo y el Cinematógrafo
Pensado en un principio para funcionar como una bodega de la industria metalúrgica, esta increíble obra del arquitecto alemán Bruno Möhring ahora sirve como un recinto para la promoción y difusión del arte contemporáneo coordinado por la Máxima Casa de Estudios. Desde 1975 la UNAM se encargó de crear exposiciones enfocadas en la astronomía, para posteriormente dar lugar a espacios alternativos de cine con el cinematógrafo. Fue reinaugurado en el 2010 tras una remodelación, lo que trajo como consecuencia una mediateca, una cafetería, el “Foro del Dinosaurio Juan José Gurrola”, entre otras amenidades. ¡Checa su página para saber qué actividades y exposiciones hay en cartelera!
Museo de Geología
El Museo de Geología, también coordinado por la UNAM, tiene dentro de su acervo una de las colecciones de geología más importantes a nivel nacional. El hermoso complejo porfiriano está construido con el mismo tipo de cantera empleado en el Palacio de Minería y el Colegio de San Ildefonso. Dentro de sus salas podrás encontrar la reconstrucción del esqueleto de un mamut, diferentes fósiles de animales tanto vertebrados como invertebrados de distintas etapas geológicas y hermosos vitrales que adornan con mucha clase el edificio. Ir a recorrer este recinto vale la pena simplemente por la arquitectura.
Salón París
La zona de Centro Histórico es conocida por sus tradicionales cantinas, pero en Santa María La Ribera podrás encontrar el Salón París, abierto en el lejano 1934 y que dicen sirvió de inspiración para que José Alfredo Jiménez compusiera algunas canciones. Con muebles de madera y cubierta de retablos en sus paredes, conserva la esencia con la que ganó mucha fama a mitad del siglo XX y, por si fuera poco, los precios siguen estando bastante accesibles. En estos lugares con mucha tradición se sabe que no solo se va por las bebidas, sino a comer muy bien. Los jueves son de chamorro y si se te pasaron las copas un día antes aquí se sirven las “tachuelas”, bebida compuesta por champaña, vermú, anís y fernet que aseguran es efectiva contra los estragos de la “cruda”.
Comida, cafeterías y más
¿Sabías que en Santa María La Ribera alberga el restaurante ruso más famoso de la ciudad? Aquí se encuentra Kolobok, un sitio donde podrás pedir desde la sopa borsch hasta una deliciosa empanada rellena de carne molida, hongos y queso. Las opciones son variadas y es una excelente opción para comer algo rápido y económico. En la zona también hay muchas alternativas de comida oaxaqueña, cocina vegana, lugares de pizza, tacos y quesadillas gigantes como Las Jirafas y La Mula. Si de cafeterías hablamos, una gran recomendación sería Camino a Comala, lugar de especialidad donde puedes tomar un libro de su estante y pasar la tarde leyendo. ¡La pastelería y panadería son excelentes!
¿Qué más podría faltarte para pasar el día? Santa María La Ribera tiene grandes propuestas para satisfacer a todos.
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