Por Juan Pablo Ojeda

Durante “La Mañanera del Pueblo” del 13 de junio, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo reconoció como “buenos” los comentarios que hizo Xóchitl Gálvez Ruiz, excandidata presidencial de la alianza “Fuerza y Corazón por México”, sobre el abogado Hugo Aguilar Ortiz, quien está perfilado para asumir la presidencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) el próximo 1 de septiembre.

La mandataria mostró sorpresa positiva ante las declaraciones hechas por Gálvez en una entrevista con el periodista Ciro Gómez Leyva, en las que la exsenadora del PAN habló favorablemente sobre la trayectoria y perfil de Aguilar Ortiz, el juez mixteco que obtuvo la mayor cantidad de votos en la reciente elección judicial.

“Qué bueno que Xóchitl Gálvez habló bien de él. Pues qué bueno, porque también hay que reconocer cuando hablan bien… a ver si no cambia de opinión luego”, ironizó Sheinbaum ante reporteros.

Hugo Aguilar Ortiz ha sido señalado por Sheinbaum en diversas ocasiones como un perfil con méritos sólidos, trayectoria destacada en el Poder Judicial y profundo compromiso con los derechos humanos. En esta ocasión, reafirmó que lo considera “un hombre inteligente”, destacando su origen indígena como parte de la diversidad que representa la nueva integración del máximo tribunal del país.

El gesto de Gálvez Ruiz, quien ha sido crítica frecuente del actual gobierno, fue inusualmente conciliador. Aunque Sheinbaum celebró la coincidencia, también dejó entrever su escepticismo sobre si dicha postura será consistente o si cambiará con el paso del tiempo, especialmente dado el contexto político de polarización.

El próximo relevo en la presidencia de la SCJN será clave para el equilibrio de poderes en México, en un momento en que el país transita por una transformación institucional profunda. El respaldo político ―aunque indirecto― a Aguilar Ortiz por parte de figuras opositoras como Gálvez podría allanar el camino hacia una transición más armónica entre el Poder Ejecutivo y el Judicial.