Por Bruno Cortés
Pocas veces un tema del pasado sacude tanto el presente como el Fobaproa, esa herencia incómoda de los 90 que sigue drenando dinero público año con año. Y ahora, por sugerencia de la presidenta Claudia Sheinbaum, Morena le puso el ojo de nuevo. El diputado Ricardo Monreal Ávila, coordinador de la bancada guinda y presidente de la Junta de Coordinación Política, anunció que revisarán el informe de la Auditoría Superior de la Federación de 1997-1998 sobre el caso.
Durante la conferencia “Legislativa del Pueblo”, Monreal fue claro: el Fobaproa fue una “salvajada”, un golpe brutal a la economía nacional del que todavía no nos reponemos. Dijo que en aquel entonces era gobernador de Zacatecas, y recuerda cómo se convirtieron deudas privadas de grandes bancos y empresas en deuda pública, la misma que seguimos pagando todos, en especial los que menos tienen.
Calculadora en mano, mencionó que lo que empezó como un “rescate” se transformó en una deuda de 50 mil millones de dólares que se ha ido acumulando en pagos, intereses y compromisos financieros. Todo para proteger a inversionistas y banqueros, mientras los ciudadanos de a pie llevan el peso.
Y aunque a muchos les gustaría que eso se terminara ya, Monreal le respondió directamente al priista Rubén Moreira, quien propuso dejar de pagar el Fobaproa. Lo calificó como irresponsable y populista. “Eso no se puede hacer, no es técnica ni políticamente viable”, dijo. Porque el gobierno mexicano tiene compromisos internacionales y si los rompe, perdería credibilidad y estabilidad.
Pero la cosa no se quedó ahí. También aprovechó para opinar sobre el reciente nombramiento de Adrián Rubalcava como director del Metro de la CDMX. Dijo que la decisión de Clara Brugada le parece respetable y que Rubalcava, aunque viene del PRI, renunció en un momento clave y se unió al movimiento de Sheinbaum, lo cual le valió cierto reconocimiento. Para Monreal, Morena se ha fortalecido precisamente por haber sumado perfiles de todos lados, desde el PRI hasta el mundo académico y ciudadano.
Sobre el T-MEC, el acuerdo comercial con EE.UU. y Canadá, Monreal fue optimista a pesar de las amenazas de Donald Trump de deshacerlo si gana las elecciones. Dijo que eso sería “suicida” para las tres economías. Según él, ni México ni sus socios pueden darse el lujo de caminar solos frente al bloque asiático o europeo, y confía en que incluso Trump entenderá esto.
Finalmente, salió al paso de críticas sobre los cambios en la agenda de la Comisión Jurisdiccional, donde se manejan expedientes como los de juicio político. Aunque fue su compañero Raúl Bolaños Cacho-Cué (PVEM) quien levantó la ceja por los cambios de fechas sin avisar, Monreal evitó entrar en polémica, aunque la molestia ya se siente en la Comisión.
En resumen, entre deudas que no se olvidan, nuevas alianzas políticas, y la geopolítica comercial del continente, Monreal deja claro que Morena no solo mira hacia adelante, sino también revisa los errores del pasado que siguen marcando el presente. Porque hay heridas —como el Fobaproa— que todavía duelen, y otras, como el T-MEC, que podrían definir el rumbo económico de México en los próximos años.