La relación entre el uso de antidepresivos y los cambios en el peso corporal es un tema complejo que ha capturado la atención tanto de los profesionales de la salud como de los pacientes. A pesar de las extensas investigaciones, aún no se ha determinado con precisión por qué algunos pacientes experimentan pérdida de peso mientras que otros enfrentan un aumento durante el tratamiento antidepresivo. Este efecto secundario, que varía ampliamente entre los individuos, es una fuente de preocupación para muchos.
Es importante considerar que los cambios en el peso a menudo reflejan manifestaciones de trastornos del estado de ánimo en sí mismos. Por ejemplo, algunos pacientes con depresión pueden perder el apetito, mientras que otros pueden tener antojos y tender a comer en exceso. Sin embargo, investigaciones, incluyendo un estudio de cohorte poblacional realizado en el Reino Unido en 2018, han indicado que el uso prolongado de antidepresivos puede contribuir al aumento de peso a nivel poblacional a largo plazo.
Este estudio reveló que el riesgo de aumentar más del 5% del peso corporal es significativamente mayor entre los usuarios de antidepresivos a lo largo de los años, asociándose incluso con comorbilidades como la diabetes y las enfermedades cardiovasculares. Sin embargo, no todos los antidepresivos tienen el mismo impacto en el peso. Fármacos como la sertralina, fluoxetina, y mirtazapina, entre otros, han sido vinculados a cambios en el peso, mientras que el bupropión se asocia con la pérdida del mismo.
La razón detrás de estos cambios de peso sigue siendo objeto de especulación. Se sugiere que la intervención de los antidepresivos en la actividad de la serotonina, un neurotransmisor relacionado con el estado de ánimo y el apetito, puede jugar un rol significativo. A corto plazo, esto podría reducir la impulsividad y promover la saciedad, mientras que a largo plazo podría llevar a un aumento en los antojos de carbohidratos y, por ende, en el peso.
Además de la influencia directa de los medicamentos, factores como la mejora del apetito con el tratamiento, las alteraciones hormonales, el estilo de vida y la edad también pueden contribuir al aumento de peso. El Dr. Daniel Hall-Flavin de la Clínica Mayo resalta varios factores que podrían estar detrás de este fenómeno, incluyendo la recuperación del apetito post-depresión y la tendencia natural a ganar peso con la edad.
Para aquellos que experimentan un aumento de peso durante el tratamiento antidepresivo, es crucial no interrumpir el medicamento sin consultar a un profesional. Estrategias como la mejora de la dieta, el control del tamaño de las porciones, la incorporación de ejercicio físico y el mantenimiento de buenos hábitos de sueño pueden ayudar a gestionar este efecto secundario. En algunos casos, el médico puede considerar ajustar la dosis o cambiar el medicamento para mitigar el aumento de peso.