Por Juan Pablo Ojeda
El pontificado de León XIV arrancará formalmente el próximo domingo 18 de mayo con una misa solemne en la plaza de San Pedro, durante la cual el nuevo pontífice recibirá los símbolos del poder papal: el anillo del pescador y el palio. El acto litúrgico comenzará a las 10:00 h local y contará con la presencia de delegaciones internacionales y jefes de Estado de diversos países, marcando así un fuerte inicio con perfil diplomático global.
El Vaticano ha confirmado que el papa León XIV celebrará su primera audiencia general con los fieles el miércoles 21 de mayo, consolidando así su rol pastoral. Tres días más tarde, el sábado 24, el pontífice sostendrá una audiencia privada con los miembros de la Curia Romana y los empleados del Estado de la Ciudad del Vaticano, en lo que se espera sea un encuentro clave para delinear los próximos pasos del gobierno eclesiástico.
La agenda del nuevo papa fue publicada apenas 24 horas después de su elección y comienza con una reunión con los cardenales electores este sábado, seguida del tradicional Regina Coeli del domingo, que en el tiempo pascual sustituye al Ángelus. La aparición tendrá lugar desde la logia central de la basílica de San Pedro, símbolo de la comunión del papa con el mundo católico.
Entre otros compromisos destacados se encuentra la audiencia del 12 de mayo con los periodistas acreditados al cónclave, y el 16 de mayo con el cuerpo diplomático acreditado ante la Santa Sede. Estos actos refuerzan la intención del pontífice de fortalecer la comunicación institucional y el diálogo internacional desde el primer momento de su mandato.
A nivel simbólico, León XIV tomará posesión de las principales basílicas papales de Roma: comenzará el 20 de mayo en San Pablo Extramuros, y el domingo 25 visitará San Juan de Letrán (la catedral del Papa como obispo de Roma) y Santa María La Mayor, donde reposan los restos de su predecesor, el papa emérito Francisco, fallecido el pasado 21 de abril.
En una decisión que denota prudencia y continuidad, León XIV ha confirmado temporalmente en sus funciones a los actuales miembros de la Curia Romana y demás autoridades vaticanas, en lo que describió como un periodo para “reflexionar, rezar y debatir” los posibles cambios estructurales dentro del gobierno de la Iglesia.
Con un enfoque equilibrado entre lo pastoral, lo simbólico y lo diplomático, el inicio del pontificado de León XIV apunta a ser una etapa de consolidación y apertura en la historia reciente del Vaticano.
