La torta ahogada, originaria de Guadalajara, Jalisco, ha trascendido fronteras al posicionarse como el octavo mejor sándwich del mundo según Taste Atlas, gracias a su inigualable sabor, historia y tradición. Este platillo, que combina el crujiente birote salado, carnitas jugosas y una salsa que lo “ahoga” por completo, es mucho más que un alimento: es un símbolo de identidad y orgullo mexicano.

La historia detrás de la torta ahogada

Nacida a mediados del siglo XX, la torta ahogada surgió en Guadalajara y se caracteriza por su pan único, el birote salado, cuya textura y sabor son posibles gracias al clima y la calidad del agua de la región. Este pan, crocante por fuera y suave por dentro, se rellena con carnitas (carne de cerdo frita en cacerolas de cobre) y, en algunos casos, se le añade una base de frijoles refritos.

El toque distintivo viene con la salsa que la cubre: una mezcla de tomate rojo y especias, acompañada de salsa picante al gusto del comensal. Originalmente, la salsa era únicamente de chile yahualica, endémico de Jalisco, pero con el tiempo se introdujo una versión menos picante a base de jitomate, conocida como “salsa dulce”.

Aunque la receta original se mantiene en muchas torterías tradicionales, la torta ahogada ha evolucionado para satisfacer diferentes paladares. Hoy en día, es posible encontrar versiones con champiñones, queso panela, pollo, camarones o incluso con salsa verde elaborada con tomatillo. Sin importar la variante, la torta conserva su esencia y sigue siendo un ícono de la gastronomía jalisciense.

La torta ahogada no solo es un deleite gastronómico, también es un remedio popular para la resaca. Según los locales, es la comida perfecta tras una noche de fiesta, pues ayuda a estabilizar el estómago gracias a su combinación de ingredientes. Además, se acompaña con cebolla en juliana, jugo de limón, rábano en rodajas o chile habanero con cebolla, y es común disfrutarla con una cerveza fría o un agua fresca.

Un platillo que conquista el mundo

La inclusión de la torta ahogada en el ranking de Taste Atlas reafirma su importancia en la gastronomía mundial. Solo en Latinoamérica, fue superada por el jibarito puertorriqueño, pero su autenticidad y sabor la convierten en un imprescindible para turistas y amantes de la comida callejera.

Daniel Pimentel, propietario de “Tortas Dany” en Guadalajara, explica que el secreto del éxito está en mantener la calidad en cada ingrediente. Su negocio, con 36 años de historia, es uno de los más recomendados en plataformas como Taste Atlas. “Aquí el pan es recién salidito del horno y la receta sigue igual, porque todo tiene que estar bueno: la carnita, la salsa, el chile, el pan”, afirma.

¿Por qué probarla?

La torta ahogada es una experiencia culinaria que combina tradición, historia y sabor. Ya sea en su versión clásica o en sus nuevas interpretaciones, este platillo representa lo mejor de la cocina mexicana y sigue ganando reconocimiento en el mundo. Si visitas Guadalajara, no puedes dejar de disfrutar de este manjar que, como dicen los locales, “asienta el alma y llena de orgullo”.