Por Juan Pablo Ojeda
Este viernes 20 de junio, México vivirá uno de los fenómenos astronómicos más importantes del año: el solsticio de verano, momento que marca el final de la primavera y el comienzo oficial del verano. El fenómeno ocurrirá exactamente a las 20:42 horas (tiempo del centro), según informó el Servicio Meteorológico Nacional (SMN).
La palabra “solsticio” proviene del latín solstitium, que significa “sol quieto”, debido a que, durante este momento, el Sol alcanza su punto más alto en el cielo al mediodía y parece detenerse antes de invertir su movimiento aparente.
¿Qué ocurre durante el solsticio de verano?
El solsticio de verano sucede cuando el Sol se encuentra en su punto más cercano al hemisferio norte, por lo que este recibe mayor luz solar. Esto convierte al 20 de junio en el día con más horas de luz del año en esta parte del planeta, con una duración solar que superará las 13 horas.
Desde la perspectiva astronómica, el fenómeno se produce por la inclinación del eje de la Tierra respecto al plano de su órbita alrededor del Sol. Esto también implica que, mientras en México inicia el verano, en el hemisferio sur se da el solsticio de invierno.
Implicaciones climáticas: comienza la temporada de calor, humedad y lluvias
Con el inicio del verano, se espera un aumento en las temperaturas, mayor humedad y lluvias en buena parte del país. Este periodo también marca la llegada de fenómenos meteorológicos más intensos como:
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Ondas tropicales
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Depresiones tropicales
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Tormentas tropicales
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Huracanes
En particular, entre julio y agosto se presentará la canícula, una fase de calor extremo y reducción temporal de lluvias que afecta a varias regiones del país.
Reflexión científica: más allá de la Tierra
La investigadora Julieta Fierro, del Instituto de Astronomía de la UNAM, destacó que los solsticios y equinoccios no son exclusivos de la Tierra. Por ejemplo, Urano tiene un eje de rotación tan inclinado que experimenta “días eternos” en un hemisferio y noches interminables en el otro durante su largo año.
Marte, por otro lado, tiene un eje similar al de la Tierra y también presenta estaciones bien definidas, aunque su año dura casi el doble que el terrestre.
Una mirada desde la política pública
Desde una perspectiva de gobierno, el solsticio de verano no solo tiene implicaciones científicas, sino también económicas, agrícolas y de salud pública. Las autoridades deben preparar operativos por calor extremo, reforzar sistemas de protección civil y gestionar los impactos de las lluvias y ciclones tropicales. Además, representa una oportunidad para fomentar la educación científica y el aprecio por los fenómenos naturales que influyen en la vida cotidiana.
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