Por Juan Pablo Ojeda
Los relojes inteligentes se han integrado rápidamente en la vida cotidiana de millones de personas debido a sus múltiples beneficios, como la monitorización del ritmo cardíaco, el conteo de pasos y la evaluación de patrones de sueño. Estos dispositivos prometen mejorar la salud y el bienestar al ofrecer datos sobre nuestras actividades y descanso. Sin embargo, su uso continuo, especialmente durante la noche, podría tener efectos negativos en la calidad del sueño y la salud en general. Conocer estos riesgos es fundamental para tomar decisiones informadas sobre el uso de estos dispositivos mientras dormimos.
1. Interferencia en la calidad del sueño
Uno de los principales riesgos de usar un reloj inteligente durante la noche es la posible alteración en el ciclo de sueño. Los relojes inteligentes monitorizan el sueño utilizando sensores de movimiento y ritmo cardíaco, y suelen emitir luces LED para recopilar datos. Este monitoreo constante puede interrumpir el descanso de manera significativa, generando microdespertares y fragmentando las fases del sueño. Aunque estos despertares no siempre son percibidos conscientemente, pueden afectar la capacidad del cuerpo para alcanzar un sueño profundo y reparador.
2. Ortostomía: El estrés por la monitorización del sueño
Según un estudio del Journal of Clinical Sleep Medicine, algunas personas desarrollan una obsesión por monitorizar su descanso, lo que puede generar ansiedad y estrés al intentar dormir. Este fenómeno, conocido como ortostomía, puede dificultar el proceso de conciliar el sueño o mantenerlo durante la noche. Además, los estudios sugieren que la exposición pasiva a la tecnología durante el sueño, como los relojes inteligentes, puede alterar la producción de melatonina, la hormona que regula los ciclos de sueño y vigilia.
3. Problemas físicos y de comodidad
Usar un reloj inteligente durante la noche también puede generar molestias físicas. Las correas de plástico o metal, al estar en contacto constante con la piel, pueden causar irritación o alergias debido al sudor o la fricción. Este problema se agrava si las correas no están hechas de materiales hipoalergénicos o transpirables.
Otro inconveniente es la compresión prolongada que puede ejercerse sobre la muñeca al dormir con el reloj ajustado. Aunque generalmente no representa un riesgo grave, puede dificultar la circulación sanguínea y resultar incómodo, lo que afecta la calidad del sueño. Además, para quienes se mueven mucho al dormir, el reloj puede convertirse en un objeto perturbador que dificulte encontrar una posición cómoda.
4. Exposición a radiación de bajo nivel
Los relojes inteligentes funcionan mediante conexiones inalámbricas como Bluetooth y Wi-Fi, que emiten radiaciones no ionizantes. La Organización Mundial de la Salud (OMS) clasifica estas radiaciones como de bajo riesgo. Sin embargo, algunos estudios sugieren que la exposición prolongada a estas radiaciones podría tener efectos negativos a largo plazo, aunque no se ha demostrado un vínculo claro entre estas emisiones y problemas graves de salud.
5. Riesgos para la privacidad y los datos personales
Una preocupación adicional al usar un reloj inteligente es la recopilación y transmisión de datos personales. Estos dispositivos registran información como el ritmo cardíaco, los patrones de sueño y, en algunos casos, niveles de estrés o actividad física. Si no se toman medidas de seguridad adecuadas, como contraseñas seguras o configuraciones de privacidad, estos datos sensibles pueden estar expuestos a riesgos de hackeo o uso no autorizado.
Recomendaciones para usar un reloj inteligente durante la noche sin afectar la salud
Si decides dormir con un reloj inteligente, considera estas recomendaciones para minimizar los riesgos:
- Desactiva las notificaciones: Activa el modo de “no molestar” en tu dispositivo para evitar interrupciones durante la noche.
- Protege tu privacidad: Asegúrate de que los datos del dispositivo estén encriptados y utiliza contraseñas seguras.
- Opta por materiales hipoalergénicos: Elige correas de reloj transpirables y cómodas para evitar irritaciones en la piel.
- Haz pausas en su uso: Retira el reloj durante algunas noches para permitir que tu piel respire y reducir la exposición a radiaciones.
- Explora alternativas: Considera el uso de dispositivos diseñados exclusivamente para monitorizar el sueño, que suelen ser menos intrusivos y más cómodos.