Por Juan Pablo Ojeda
Al menos dos civiles han perdido la vida y más de 80,000 personas han sido evacuadas en Los Ángeles debido a los devastadores incendios forestales que azotan la ciudad, alimentados por una tormenta de viento con ráfagas de hasta 160 km/h. Según el jefe de bomberos del condado de Los Ángeles, Anthony Marrone, los incendios han avanzado rápidamente, dejando una estela de destrucción en su paso.
El incendio Eaton, que comenzó en la noche del 7 de enero en el norte del condado, se ha convertido en uno de los más destructivos. El fuego, que afecta especialmente a la ciudad de Pasadena, ha quemado más de 809 hectáreas (2,000 acres) y ha destruido cientos de viviendas. Las autoridades locales informaron que las muertes de los civiles se produjeron por causas aún desconocidas, y que un número significativo de personas ha resultado herida debido al avance de las llamas.
«Es un incendio de gran magnitud y estamos haciendo todo lo posible para proteger a las personas y las viviendas. Pero la situación es extremadamente grave», comentó Marrone durante una rueda de prensa.
Hasta el momento, más de 30,000 personas se encuentran bajo órdenes de evacuación, y miles de estructuras siguen en riesgo. El incendio continúa avanzando sin control, impulsado por las poderosas ráfagas de viento, que también están empeorando las condiciones en la ciudad.
El incendio de Palisades, considerado el más grande hasta ahora, ha destruido más de 1,000 estructuras y sigue en expansión. Este incendio, junto con el de Eaton y otros dos que se desataron en las últimas horas, ha llevado a los servicios de emergencia a sus límites. Kristin Crowley, jefa de bomberos de Los Ángeles, advirtió que la capacidad de los servicios de emergencia está siendo severamente puesta a prueba.
A lo largo de las últimas 24 horas, los incendios en Los Ángeles han arrasado con más de 2,024 hectáreas (5,000 acres), y más de 80,000 personas han sido evacuadas de forma urgente. Las autoridades han emitido órdenes de evacuación para evitar más víctimas, mientras los equipos de bomberos luchan contra las llamas bajo condiciones extremas.
Un cuarto incendio, conocido como Woodley, se desató esta mañana y ha arrasado con aproximadamente 31 hectáreas (75 acres). Ubicado entre los incendios de Palisades y Hurst, la propagación de este fuego ha agravado aún más la situación. Los equipos de Cal Fire trabajan incansablemente para contener los avances del fuego en un escenario sumamente difícil debido a la fuerza de los vientos.
Los incendios en Los Ángeles siguen siendo una amenaza grave y continúan desplazando a miles de residentes, mientras las autoridades locales y federales colaboran para mitigar los efectos de este desastre.