Por Bruno Cortés
En el vibrante mundo de la política mexicana, las cosas pueden cambiar rápidamente, y lo vimos esta semana en la Cámara de Diputados. La coalición Sigamos Haciendo Historia, que reúne a Morena, el PT y el PVEM, está en una posición privilegiada con lo que se conoce como una “súper mayoría”. Esto significa que tienen 364 legisladores, lo que les permite avanzar en la agenda del presidente Andrés Manuel López Obrador sin muchos obstáculos. De hecho, apenas tres días después de iniciar la actual legislatura, aprobaron una reforma al Poder Judicial que tenía mucho peso.
Sin embargo, las cifras de esta coalición están a punto de cambiar. Recientemente, se anunció que ocho diputados de Morena y el PT han decidido moverse entre las filas de sus partidos, lo que podría reconfigurar el panorama en San Lázaro. De acuerdo con un comunicado de la Mesa Directiva, tres diputadas del PT están dejando su grupo para unirse a Morena, y cinco legisladores de Morena han optado por incorporarse al PT. ¿Quiénes son estos personajes que están cambiando de bando?
Las diputadas que ahora se suman a la bancada de Morena son Miriam de los Ángeles Vázquez Ruiz, del Distrito 1 de Oaxaca; Dionicia Vázquez García, del Estado de México; y Betzabé Martínez Arango, que representa a Durango. Por otro lado, del lado de Morena, los que han decidido cambiarse al PT son Diana Castillo Gabino, de Estado de México; Francisco Javier Guízar Macías, de Jalisco; Luis Fernando Vilchis Contreras, de Estado de México; Adrián González Naveda, de Veracruz; y Ramón Ángel Flores Robles, de Sonora.
Este tipo de movimientos no son raros en el ámbito político. A menudo, los legisladores buscan alinearse con grupos que consideran les ayudarán a cumplir mejor con sus objetivos o que tienen una visión más cercana a la suya. Por lo tanto, es un reflejo de la dinámica interna de los partidos y de la forma en que se mueven las piezas en el tablero político.
La Mesa Directiva ya ha tomado nota de estos cambios y está actualizando los registros parlamentarios. Mientras tanto, se continuarán tratando los asuntos que están en la agenda hasta que se integren las comisiones correspondientes. Así que, aunque el panorama puede parecer estable, es importante estar atentos a cómo estos cambios pueden influir en las decisiones legislativas y, en última instancia, en la vida diaria de los mexicanos.
Con la próxima sesión programada para el 24 de septiembre, parece que la política en San Lázaro seguirá siendo un juego de ajedrez, donde cada movimiento cuenta y puede tener un impacto significativo en el futuro del país.