López Obrador dijo que el ingreso del 10% de los hogares más pobres aumentó en promedio un 29% de 2018 a 2022 en términos reales. Esta es una mejora significativa en comparación con los gobiernos anteriores, donde el aumento promedio fue de solo 2.7% cada seis años.
El aumento de ingresos de los trabajadores más pobres no se produjo a expensas de los trabajadores más ricos, ya que no perdieron ingresos. Sin embargo, es importante señalar que la reducción de la desigualdad hasta ahora se ha limitado a los ingresos laborales, y queda por ver si esto se traducirá en la economía en su conjunto.
López Obrador atribuyó la reducción de la desigualdad a su programa de bienestar social, que proporciona transferencias directas de efectivo a los hogares pobres. También dijo que su gobierno ha invertido en infraestructura y educación, lo que ha creado empleos y oportunidades para los pobres.
Los resultados de la encuesta del Inegi son alentadores, pero es importante señalar que la desigualdad sigue siendo un problema grave en México. La brecha entre ricos y pobres es más amplia que en la mayoría de los países desarrollados, y la pobreza sigue siendo un problema importante.
El gobierno de López Obrador tiene la tarea de mantener el ritmo de reducción de la desigualdad y de hacer que los beneficios del crecimiento económico lleguen a todos los mexicanos.