Por Juan Pablo Ojeda
Este 13 de septiembre, Ismael ‘El Mayo’ Zambada, uno de los líderes más notorios del Cártel de Sinaloa, se presentó nuevamente ante la Corte Federal del Distrito Este de Nueva York. A las 10:00 horas, Zambada García, de 76 años, cruzó las puertas del tribunal para enfrentar su segunda audiencia inicial en menos de dos meses, en la que se declaró no culpable de los múltiples cargos en su contra.
A las 10:40 horas, el narcotraficante, vestido con un uniforme de prisión color caqui y bajo la custodia de tres agentes federales, fue presentado ante el juez magistrado James R. Cho. En la sala también se encontraban fiscales destacados, entre ellos Andrea Goldbarg, quien anteriormente participó en el juicio de Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán. Esta audiencia fue un momento crucial en el largo proceso legal que enfrenta Zambada.
Durante la audiencia, que no permitió el acceso a periodistas, se informó que no se llevará a cabo un juicio rápido debido a la cantidad considerable de evidencia que aún necesita ser analizada. La acusación en Nueva York incluye 17 delitos graves, que abarcan desde homicidio y posesión de armas hasta lavado de dinero y tráfico de drogas, incluyendo cocaína, marihuana, heroína, metanfetamina y fentanilo. Además, Zambada está acusado de pertenecer a una organización criminal continua.
El periodista Arturo Ángel, quien viajó a Brooklyn para cubrir el evento, reportó que la breve comparecencia no incluyó ningún informe detallado sobre el avance del caso, ya que la sala estaba llena exclusivamente de abogados. Por su parte, Luis Chaparro señaló que la audiencia concluyó con la decisión de programar la siguiente sesión para el 31 de octubre de 2024 y con la orden de mantener a Zambada en una prisión federal.
La historia reciente de Zambada ha estado marcada por su captura el 25 de julio en El Paso, Texas. En una carta reveladora, ‘El Mayo’ alegó haber sido secuestrado y trasladado a Estados Unidos por Joaquín Guzmán López, conocido como uno de Los Chapitos y también bajo custodia estadounidense. Inicialmente presentado en la Corte Federal del Distrito Oeste de Texas, su caso fue transferido a Nueva York a petición del Departamento de Justicia de EE.UU. tras una breve disputa legal.
La acusación en Nueva York es notable no solo por la gravedad de los cargos, sino también porque incluye el tráfico de fentanilo, un opioide sintético que ha sido el centro de una crisis de sobredosis en Estados Unidos y que se ha convertido en un punto focal en la política antidrogas del país.