Un equipo de investigadores chinos identificó un nuevo coronavirus en murciélagos, denominado HKU5-CoV-2, que pertenece a la familia de los merbecovirus, el mismo grupo que incluye al virus causante del síndrome respiratorio de Oriente Medio (MERS). Este hallazgo, publicado en la revista Cell, ha generado preocupación debido a que el virus utiliza el receptor ACE2 para ingresar a las células humanas, un mecanismo similar al del SARS-CoV-2, responsable de la pandemia de COVID-19.
El HKU5-CoV-2 fue detectado en muestras de hisopado anal tomadas de un murciélago del género Pipistrellus. Los experimentos de laboratorio demostraron que el virus puede infectar células humanas, aunque con menor eficiencia en comparación con el SARS-CoV-2. Sin embargo, hasta el momento no se han reportado infecciones en humanos, y su capacidad de transmisión entre personas sigue siendo incierta.
Edward Holmes, biólogo evolutivo de la Universidad de Sídney, destacó que la capacidad del virus para unirse al receptor ACE2 es un aspecto preocupante, ya que esto podría facilitar su adaptación a los humanos. No obstante, los investigadores enfatizaron que la capacidad de infectar células en un laboratorio no implica necesariamente que el virus pueda propagarse entre personas.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos señalaron que no hay evidencia de que el HKU5-CoV-2 represente una amenaza inmediata para la salud pública. Sin embargo, destacaron la importancia de continuar monitoreando la evolución del virus y su potencial zoonótico, es decir, su capacidad de saltar de animales a humanos.
Shi Zhengli, viróloga del Instituto de Virología de Wuhan y líder del estudio, ha sido una figura clave en la investigación de coronavirus en murciélagos. Su trabajo ha contribuido a identificar virus con potencial zoonótico, aunque también ha sido objeto de controversias, como la teoría de una posible fuga de laboratorio del SARS-CoV-2, algo que ella ha negado categóricamente.
El estudio también exploró la eficacia de antivirales utilizados contra el SARS-CoV-2, como el remdesivir, y encontró que estos tratamientos también podrían ser efectivos contra el HKU5-CoV-2. Esto sugiere que, en caso de que el virus represente un riesgo mayor en el futuro, ya existirían herramientas para combatirlo.
Además, los investigadores destacaron la importancia de fortalecer la vigilancia epidemiológica global y la cooperación internacional en salud pública. La doctora Amira Roess, profesora de salud global en la Universidad George Mason, subrayó que este tipo de investigaciones es crucial para prevenir futuras pandemias.
Aunque el descubrimiento del HKU5-CoV-2 ha generado atención, los expertos coinciden en que no hay motivo para alarmarse. Alex Greninger, experto en virología de la Universidad de Washington, recordó que existen muchos coronavirus en murciélagos que pueden infectar células humanas, pero no todos representan una amenaza significativa.
Phoebe Lostroh, autora de Biología molecular y celular de los virus, advirtió que los titulares alarmistas no ayudan y que hay otros problemas de salud pública, como la gripe aviar, que requieren más atención.
El hallazgo del HKU5-CoV-2 resalta la importancia de la investigación en virología y la vigilancia epidemiológica global. Aunque el virus presenta características que merecen un monitoreo cuidadoso, no hay evidencia de que represente una amenaza inminente. Los expertos enfatizan la necesidad de continuar con la colaboración internacional para prevenir futuras pandemias y garantizar una respuesta rápida ante posibles brotes.