En las fértiles tierras de Jalisco, crecen los impresionantes higos que no solo deleitan a quienes los prueban, sino que también aportan importantes beneficios a la salud. Este fruto, considerado una joya gastronómica del estado, es una parada obligada para cualquier viajero que desee experimentar los sabores únicos de la región.
Los higos de Jalisco destacan por su dulzura y textura suave, con un toque crujiente que los hace irresistibles. Se producen en varias tonalidades, como verde, morado, azul y negro, siendo este último el más común. Pero más allá de su sabor, los higos son ricos en nutrientes, como hidratos de carbono, potasio y magnesio, que ayudan a reducir la presión arterial, combatir la obesidad, cuidar el intestino y prevenir enfermedades como la diabetes y la anemia.
Versatilidad en la cocina y demanda internacional
Estos frutos no solo se disfrutan frescos, también se pueden deshidratar o caramelizar, lo que los convierte en un ingrediente estrella para postres, mermeladas, pasteles y panes. Su combinación con queso de cabra, manzana y pepitas de girasol es simplemente deliciosa.
El cultivo de higos en Jalisco comenzó en 2012 en Santa Anita, municipio de San Pedro Tlaquepaque, y desde entonces su producción ha crecido en lugares como Tlajomulco de Zúñiga, Colotlán y Zacoalco de Torres. Su popularidad ha trascendido fronteras, con exportaciones que alcanzaron las 600 toneladas en 2023, siendo países como Francia, Alemania y Catar los principales compradores.
Visitar Jalisco y probar sus higos es una experiencia culinaria que no te puedes perder. ¡El sabor de esta joya gastronómica es sencillamente inolvidable!