Gertz Manero confirma secuestro de ‘El Mayo’ Zambada: Esperan información clave de EE.UU.
Por Juan Pablo Ojeda
El titular de la Fiscalía General de la República (FGR), Alejandro Gertz Manero, anunció en la conferencia de prensa matutina del 29 de octubre que el secuestro de Ismael ‘El Mayo’ Zambada, cofundador del Cártel de Sinaloa, está comprobado. Sin embargo, el avance de la investigación está condicionado a la información que el gobierno de Estados Unidos aún no ha proporcionado.
Gertz Manero señaló que la FGR posee evidencias que vinculan a Joaquín Guzmán López, un miembro de Los Chapitos, con el secuestro de Zambada García, ocurrido el 25 de julio en Culiacán, Sinaloa. “El delito se cometió en México, fue un secuestro y hay una serie de investigaciones sobre los homicidios que se cometieron”, declaró desde Palacio Nacional.
Durante su intervención, el fiscal reveló que aunque EE.UU. ha entregado parte de la información relacionada con la captura de Zambada en El Paso, Texas, aún falta información crítica para completar el rompecabezas. “Nos ha informado una parte, pero falta otra que es fundamental. Esa persona que fue secuestrada en Culiacán llegó por avión a una ciudad fronteriza de EE.UU.”, explicó. Gertz insistió en la necesidad de que se esclarezcan aspectos como el uso de un avión clonado y por qué el piloto no fue detenido.
La FGR ha solicitado asistencia jurídica internacional para obtener esta información, y Gertz Manero subrayó la “obligación” de EE.UU. de colaborar. “El secuestro está probado. Creo que ellos tienen la obligación de darnos la información. De todas maneras va a ir saliendo. Las audiencias de las personas se irán desahogando”, comentó, anticipando que la información emergente eventualmente se revelará.
Es importante mencionar que, a pesar de la gravedad del caso, el 20 de octubre la FGR reportó que un juez federal en Culiacán había rechazado conocer y determinar la aprehensión de Guzmán López, lo que ha retrasado la emisión de una orden de detención tras tres meses de los hechos.
La situación refleja no solo la complejidad del caso, sino también las tensiones en la colaboración entre México y Estados Unidos en la lucha contra el narcotráfico, un fenómeno que sigue marcando la agenda política y social del país.