Por Bruno Cortés

¿Alguna vez te han negado un crédito y no sabes por qué? ¿O has intentado emprender y te cierran la puerta por algo que hiciste hace años? Pues puede que estés en el famoso Buró de Crédito… y ni siquiera lo sepas. Lo peor: puede que ya hayas pagado lo que debías, pero tu nombre sigue ahí, como si nunca hubieras cumplido. Esa es una de las broncas que el diputado Ricardo Astudillo Suárez, del Partido Verde, quiere arreglar con una propuesta de ley que ya está en la cancha del Congreso.

El diputado presentó el pasado 9 de abril una iniciativa que busca ponerle un alto a los abusos del Buró de Crédito y otras empresas parecidas, conocidas como sociedades de información crediticia. ¿Suena técnico? Lo explicamos fácil: son las empresas que se dedican a recolectar y guardar tu historial financiero, es decir, si pagaste o no una deuda, si te atrasaste o si simplemente no cumpliste como se esperaba. El problema es que esta información a veces se queda guardada hasta por seis años, aunque ya hayas pagado, o aunque la empresa a la que le debías haya desaparecido del mapa.

Y ahí empieza el calvario. Porque tener un historial negativo —incluso uno que ya no debería contar— puede hacer que te nieguen un crédito, te cobren más intereses o incluso no te den chamba. Sí, hay empresas que revisan si estás en el Buró para ver si “mereces” el puesto. ¿Eso es legal? Pues por ahora sí, pero Astudillo quiere cambiar eso.

Su propuesta busca que los historiales crediticios negativos solo duren máximo dos años, y que las deudas pequeñas, menores a 8 mil 410 pesos, ni siquiera se registren. También quiere que la corrección de errores en los reportes sea rápida, máximo en 15 días, porque hoy arreglar un error puede tardar meses y, mientras tanto, el daño ya está hecho.

Pero hay más. Astudillo denuncia que estas empresas, como el Buró y el Círculo de Crédito, tienen acceso a tu información personal sin tanto control. Están exentas de cumplir con lo que dice la Ley de Protección de Datos Personales. O sea, pueden revisar cosas que ni tú sabes que existen, y no están obligadas a decirte cómo te están calificando. ¿Estás en verde, amarillo o rojo? ¿Por qué? Nadie te lo explica.

Eso, según el diputado, es una forma de discriminación, porque afecta más a los jóvenes, a las mujeres y a la gente de bajos ingresos. Muchos no tienen historial o tienen uno manchado por cosas del pasado, y eso los margina del sistema financiero. En sus palabras, el Buró de Crédito se está usando como arma, no como herramienta.

La idea es que esta reforma obligue a estas empresas a operar con más transparencia, más claridad y más responsabilidad. Que el historial crediticio no se convierta en una sentencia de por vida, y que todos podamos saber cómo nos están evaluando y qué hacer para mejorar.

¿La meta? Que el Buró deje de ser ese “monstruo” que asusta y castiga, y se convierta en un apoyo real para quienes quieren salir adelante. Porque, como dice Astudillo, medio país está fuera del sistema bancario, y mucho tiene que ver con un historial crediticio que ya no debería existir.

La pelota está en el Congreso. Y si esta iniciativa avanza, podríamos estar ante un cambio importante para millones de mexicanos. Porque todos merecemos una segunda oportunidad… y también saber qué se está diciendo de nosotros a nuestras espaldas.