Por Bruno Cortés
¿Tienes tu credencial del INE expedida en el extranjero y pensabas que no podrías votar el próximo 1 de junio? Pues hay buenas noticias, pero también una advertencia: sí puedes votar, pero no es automático, tienes que promover un juicio de protección de derechos. Así lo explicó la diputada Maribel Solache González, quien acaba de ganarle ese derecho al INE con su propio caso y ahora quiere que más paisanos sigan el mismo camino.
En una conferencia de prensa que no pasó desapercibida, la diputada contó su historia. Después de vivir más de 20 años en Estados Unidos, regresó a México con una misión clara: hacer valer los derechos políticos de los mexicanos que viven fuera. Porque, como ella misma lo dijo, por mucho tiempo se ha tratado a los migrantes como ciudadanos de segunda, especialmente cuando se trata del derecho a votar.
Solache llegó a la Cámara de Diputados hace ocho meses y se topó con una realidad incómoda: su credencial de elector, tramitada en el extranjero, no le permitía votar en territorio nacional. Así de absurdo como suena. A pesar de ser diputada y estar plenamente activa en la vida política del país, el sistema electoral le cerraba la puerta por el simple hecho de tener una dirección fuera de México.
¿La solución? Promover un juicio. Y lo ganó. Gracias a esa resolución del INE, ahora ella podrá votar este 1 de junio en la consulta para la elección del Poder Judicial, y lo más importante: ese fallo sienta un precedente para miles de mexicanas y mexicanos que están en la misma situación.
Pero —y aquí viene lo clave— cada persona tiene que promover su propio juicio, usando como base el caso de Solache. Es decir, no basta con tener la credencial del INE tramitada en el exterior; hay que pedir formalmente al instituto que se te reconozca el derecho, porque el sistema todavía no lo da por sentado.
Por eso, la diputada hizo un llamado abierto desde sus redes sociales para guiar a quien necesite ayuda. “Les voy a decir cómo hacerlo”, dijo, invitando a los paisanos a no quedarse con los brazos cruzados. Porque el derecho ya está reconocido, pero hay que ejercerlo.
Este paso es simbólico, pero poderoso. No solo se trata de una papeleta electoral, sino de romper con una visión que por años dejó a los migrantes fuera de las decisiones importantes del país, como si vivir fuera los descalificara como ciudadanos plenos. Y aunque esta victoria legal no resuelve todo de fondo, sí marca un parteaguas.
En un tono más ligero, la diputada también celebró otro hito histórico: la elección del nuevo Papa León XIV, de raíces latinoamericanas, estadounidense-peruano, nacido en Chicago. Para ella, como migrante, esto es un símbolo importante, que representa el avance y la visibilidad de las comunidades que, como la suya, han estado al margen durante mucho tiempo.
Así que, si eres mexicano, tienes tu credencial con dirección en el extranjero y quieres participar en las elecciones del 1 de junio, ya sabes: sí se puede, pero tienes que mover ficha. Porque el voto se defiende ejerciéndolo.