Por Juan Pablo Ojeda
En una contundente declaración durante su conferencia matutina, el presidente Andrés Manuel López Obrador arremetió contra la ciudad de Madrid, España, llamándola «la capital hispana de la derecha en el mundo» y criticando su papel como refugio de varios expresidentes mexicanos.
López Obrador destacó que en la actualidad, tres expresidentes de México — Enrique Peña Nieto, Felipe Calderón y Carlos Salinas de Gortari, quien se naturalizó español — residen en España. El presidente mexicano señaló que la presencia de estos exmandatarios en Madrid refleja un patrón de búsqueda de refugio en una región que él considera conservadora y alineada con la derecha.
“Salió una foto de Calderón en Madrid porque allá vive. Yo siempre respeto mucho al pueblo español, lo respeto muchísimo, pero las autoridades de España son otra cosa y la monarquía también, con todo respeto, es otra cosa; pero el pueblo español es extraordinario y, como en todas partes, hay regiones. Pero de las más conservadoras es España, y ahí han ido a refugiarse expresidentes. Ahí está, es como la capital hispana de la derecha en el mundo, como la sede”, dijo López Obrador desde Palacio Nacional.
El mandatario mexicano también criticó la reciente reunión entre Sandra Cuevas, exalcaldesa de Cuauhtémoc y excandidata a senadora por Movimiento Ciudadano (MC), con el expresidente Felipe Calderón. Cuevas habría invitado a Calderón a colaborar en la formación de un nuevo partido de oposición en México, un movimiento que, según López Obrador, subraya la influencia y el papel activo de los expresidentes en la política mexicana desde el extranjero.
“Me llamó la atención y lo voy a decir porque si no, no se entera la gente. Fue la señora Sandra Cuevas, quien fue a invitar a Calderón para formar un partido”, añadió el presidente.
López Obrador utilizó esta oportunidad para criticar la influencia que los expresidentes mexicanos continúan ejerciendo desde su residencia en Madrid, sugiriendo que su presencia allí no solo refleja una opción de vida cómoda, sino también una especie de complicidad con el conservadurismo que él asocia con la ciudad.
Este comentario del presidente subraya las tensiones existentes entre la actual administración y los expresidentes, en un contexto donde el exilio y el papel de los exmandatarios continúan siendo temas sensibles en la política mexicana. La crítica de López Obrador a Madrid y a la derecha española refleja su descontento con el papel de los expresidentes en la política nacional, y pone de manifiesto la complejidad de las relaciones políticas tanto en México como en el ámbito internacional.