Una nueva crisis sanitaria sacude la República Democrática del Congo (RDC). Una enfermedad de origen desconocido, con síntomas similares a la gripe, ha puesto en jaque a las autoridades sanitarias y ha provocado la declaración de «alerta máxima» en el país africano.
Hasta el momento, se han detectado 382 casos de esta misteriosa enfermedad, con un saldo trágico de al menos 79 fallecidos, según las cifras oficiales proporcionadas por el ministro congoleño de Salud Pública, Samuel Roger Kamba Mulamba. Sin embargo, algunas fuentes elevan la cifra de muertes a 131, lo que aumenta la preocupación sobre la gravedad del brote.
Los síntomas reportados incluyen fiebre, dolores de cabeza, secreción nasal, tos, dificultad para respirar y anemia. Lo más alarmante es que cerca del 40% de los casos detectados corresponden a niños menores de cinco años, lo que ha encendido las alarmas entre las autoridades sanitarias.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ya ha entrado en acción. Tarik Jasarevic, portavoz de la OMS, confirmó que están trabajando en estrecha colaboración con las autoridades nacionales y han enviado un equipo de expertos a la zona para recolectar muestras e investigar la naturaleza de esta enfermedad.
Ante la incertidumbre, las autoridades han implementado medidas preventivas urgentes:
- Evitar reuniones masivas
- Informar sobre casos sospechosos o muertes inusuales
- Mantener una higiene básica, incluyendo el lavado regular de manos
- Limitar los movimientos migratorios de la población
Esta nueva amenaza surge en un momento en que la RDC ya enfrenta un brote de mpox (anteriormente conocida como viruela símica), con más de 47,000 casos sospechosos y alrededor de 1,000 muertes. La confluencia de estas crisis sanitarias pone a prueba la capacidad de respuesta del sistema de salud congoleño.
El ministro Mulamba ha enfatizado la necesidad de vigilancia estrecha, considerando el nivel de la epidemia como crítico. Mientras tanto, la comunidad internacional y los expertos en salud mantienen los ojos puestos en el Congo, esperando identificar y contener esta nueva amenaza antes de que pueda convertirse en una crisis sanitaria global.