El mejor amigo del hombre ha sido sometido a un experimento practicado en niños pequeños y simios. Para sorpresa de los investigadores, los canes desobedecieron las instrucciones de una persona de confianza cuando sabían que les estaban mintiendo o les daban información incorrecta.
El estudio analizó el comportamiento de unos 260 canes de diferentes razas que consistía en dos etapas: primero entraban en confianza con una persona y encontraban la comida escondida en uno de los dos cuencos a los que tenían acceso, pero permanecían cubiertos.
En la segunda etapa del experimento publicado en The Royal Society, otra persona movía la comida de los cuencos mientras la persona de confianza de los perros lo presenciaba o se ausentaba por un momento. Al ver que la comida había sido movida y tenían instrucciones erradas de la persona que confiaban, los canes desobedecieron las indicaciones de que la comida estaba en un cuenco vacío.
La mayoría de los canes eligió el cuenco con comida, desobedeciendo las indicaciones de las personas que confiaban. No obstante, varios perros siguieron las indicaciones de la persona de su confianza que no estaban presentes durante el cambio de la comida.
«Pensamos que los perros se comportarían como niños menores de 5 años y como simios», señaló el doctor Ludwig Huber de la Universidad de Viena, que lideró el estudio. Además sugirió que quizás los perros puedan comprender cuando alguien los está engañando.
Aunque no todas las razas pudieron detectar la mentira o la información incorrecta que se les daba. Los perros de raza terrier confiaron a ciegas a las recomendaciones de quienes confiaban.