En 2022, durante el cuarto año de la presidencia de Andrés Manuel López Obrador, más de 46,000 cadáveres y restos humanos ingresaron sin identificar en las morgues de México. Según un informe sobre «Servicios periciales y médico forenses 2023» publicado por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), el país enfrenta una crisis forense que se agrava con cada día que pasa. ¿Dónde está el gobierno en esta tragedia humanitaria?
Un Reloj que No Se Detiene
18,538 personas desaparecieron o no se localizaron en México durante el último año. Eso es aproximadamente 1,197 personas al mes, 40 personas al día y 1 persona cada 36 minutos. De ese sombrío total, solo 4,163 personas aparecieron o fueron localizadas; el resto, 14,375 individuos, permanece en el limbo de la desaparición.
Impunidad y Negligencia Oficial
De los cadáveres y/o restos humanos que pasaron por el proceso forense, 71,990 fueron identificados, pero una alarmante cifra de 14,939 permanecen sin identificación. Se presume que estos restos anónimos han sido inhumados en fosas comunes, perpetuando un ciclo de angustia para las familias que buscan a sus seres queridos.
Amenazas a Colectivos de Búsqueda
Organizaciones como el colectivo Madres Buscadoras de Sonora, que se dedican a la dolorosa tarea de localizar fosas clandestinas, operan en un ambiente de amenazas e intimidación. ¿El apoyo del gobierno? Prácticamente nulo. A pesar de solicitar medidas de protección tras recibir amenazas de muerte, las autoridades federales y estatales han mostrado una indiferencia alarmante.
«La Politiquería»: Excusa del Presidente
En un acto de evasión política, López Obrador se negó a recibir a las Madres Buscadoras en el Palacio Nacional, argumentando que no quiere dar pie a la «politiquería». Pero, ¿no es acaso la vida de miles de ciudadanos más importante que cualquier juego político?
¿Y Ahora Qué?
Si bien se ha creado un Mecanismo Extraordinario de Identificación Forense, su operatividad está en entredicho debido a la falta de colaboración real de las fiscalías en todo el país.
Conclusión
México está en una crisis humanitaria que requiere más que simples palabras y promesas gubernamentales. Es hora de que el gobierno de López Obrador se enfrente a la realidad de la crisis forense y de desaparecidos con acciones concretas y transparentes. La impunidad y el silencio no pueden seguir siendo la norma en un país que clama justicia.