El consumo excesivo de alimentos ultraprocesados (UPFs) es una de las principales preocupaciones en la actualidad debido a su relación con la obesidad juvenil y las enfermedades crónicas como la diabetes tipo 2 y las enfermedades cardiovasculares. Estos productos, que incluyen refrescos, snacks y barras proteicas, son ampliamente populares por su conveniencia y sabor, pero están significativamente alterados desde su forma original, lo que los hace nutricionalmente deficientes. El nutricionista Rob Hobson alerta sobre los peligros que conlleva el consumo de estos alimentos, especialmente en los adolescentes.
Según el Gobierno del Reino Unido, el 21% de los jóvenes de 17 años y el 30% de los niños entre 10 y 11 años son obesos en algunas regiones. Las bebidas gaseosas, las papas fritas y las barras proteicas son algunos de los UPFs más consumidos, que desplazan opciones alimenticias más nutritivas.
¿Qué son los UPFs y por qué debemos preocuparnos?
Los alimentos ultraprocesados son aquellos que han pasado por procesos industriales complejos que eliminan fibra y agregan aditivos como colorantes, edulcorantes y conservantes. Aunque son atractivos por su sabor y facilidad de consumo, su alto contenido de grasas, azúcares y sal aumenta el riesgo de obesidad y otras enfermedades metabólicas. Según Hobson, este tipo de alimentos son responsables de una parte importante de las calorías que consumen los jóvenes, especialmente en forma de bebidas azucaradas y snacks procesados.
Estrategias para reducir los ultraprocesados en la dieta familiar
La clave para reducir el consumo de UPFs es comenzar en casa, donde los padres pueden influir en los hábitos alimenticios de toda la familia. Hobson propone un enfoque sencillo que se basa en diez pasos prácticos para promover una dieta más saludable, entre los que destacan:
- Reemplazar bebidas azucaradas: Una excelente alternativa son los batidos caseros con frutas frescas, que son una fuente natural de nutrientes y fibra.
- Preparar versiones saludables de platos populares: Como wraps, burritos o hamburguesas de legumbres, que imitan los sabores favoritos pero con ingredientes más nutritivos.
- Involucrar a los adolescentes en la cocina: De esta forma, los jóvenes no solo aprenden sobre nutrición, sino que también se sienten más motivados a disfrutar de los alimentos frescos y saludables.
Hacer la comida saludable atractiva
Para lograr que los adolescentes disfruten de una dieta saludable, Hobson recomienda vincular los alimentos a sus intereses personales. Por ejemplo, los jóvenes interesados en el cuidado de la piel pueden aprender sobre los beneficios de los alimentos ricos en betacaroteno, como las batatas. Los que están enfocados en el fitness pueden disfrutar de desayunos nutritivos, como avena con leche, que les proporcionan energía y proteínas esenciales.
Además, Hobson sugiere fomentar nuevos hábitos familiares, como dedicar una semana a probar recetas basadas en plantas o aumentar el consumo de fibra, lo cual fortalece los lazos familiares mientras se promueven hábitos alimenticios más saludables.
Recetas caseras para sustituir los ultraprocesados
En su libro Unprocess Your Family Life, Hobson comparte recetas fáciles que sustituyen los ultraprocesados. Entre ellas se encuentran los cocoa pops caseros, elaborados con arroz integral inflado y cacao sin azúcar, que ofrecen una alternativa rica en fibra y nutrientes. También recomienda preparar nuggets de pavo y batata, una opción de snack saludable, rica en proteínas y carbohidratos complejos. Otra recomendación es cocinar porciones de sopas, curris o ensaladas de pasta y congelarlas para tener a mano opciones rápidas y saludables.
Aprovechando el entorno digital
En la era digital, Hobson sugiere que los padres utilicen las redes sociales como una herramienta educativa. Plataformas como Mob Kitchen ofrecen recetas fáciles y atractivas que pueden inspirar a los adolescentes a cocinar en casa. Además, expertos como el Dr. Idz pueden ayudar a filtrar la desinformación y educar sobre nutrición de manera confiable.