Las papas son un pilar fundamental en muchas cocinas, pero almacenarlas de forma incorrecta puede reducir drásticamente su vida útil y, en algunos casos, incluso convertirlas en un riesgo para la salud. Desde elegir el lugar adecuado hasta entender qué hacer con las papas que empiezan a brotar, aquí tienes todo lo que necesitas saber para conservarlas correctamente.

¿Dónde guardar las papas para que no se echen a perder?

El error más común es guardar las papas en la heladera o en bolsas de plástico. Estas prácticas afectan su calidad y aceleran su maduración. Los expertos recomiendan las siguientes estrategias:

• Bolsas de papel o malla: Estos materiales permiten que las papas respiren y evitan la acumulación de humedad, reduciendo el riesgo de moho y pudrición.
• Lugares frescos y oscuros: La luz activa la fotosíntesis en las papas, lo que causa brotes y sabor amargo. Opta por almacenarlas en un armario, una despensa ventilada o un rincón fresco y seco.
• Lejos de las cebollas: Aunque suelen almacenarse juntas, las cebollas liberan gas etileno, que acelera el deterioro de las papas.

Estas condiciones garantizan que las papas mantengan su frescura y calidad durante más tiempo.

¿Cuánto tiempo pueden durar las papas?

Cuando se almacenan correctamente, las papas pueden conservarse hasta seis meses. Sin embargo, la duración depende de varios factores:

• Ventilación: Una buena circulación de aire evita el moho y el deterioro.
• Temperatura: Mantén las papas entre 7 y 10 °C; un lugar demasiado frío, como la heladera, altera su composición química, convirtiendo el almidón en azúcar y cambiando su sabor.
• Humedad controlada: Evita ambientes demasiado húmedos que provoquen pudrición o demasiado secos que las deshidraten.

Al seguir estos consejos, las papas pueden mantenerse en buen estado por meses sin comprometer su textura ni su sabor.

¿Es seguro consumir papas con brotes?

Es común encontrar papas almacenadas con brotes, pero ¿son seguras para comer?

• Pequeños brotes: Si las papas aún están firmes y los brotes son pequeños, puedes consumirlas sin problema. Solo necesitas retirar los brotes antes de cocinarlas.
• Brotes grandes o piel verdosa: Esto indica niveles más altos de solanina, un compuesto tóxico que puede causar sabor amargo y malestar digestivo. En estos casos, es mejor desecharlas.

La solanina aparece cuando las papas están expuestas a la luz o al calor durante períodos prolongados. Mantenerlas en un lugar oscuro y fresco ayuda a prevenir su desarrollo y garantiza que sigan siendo seguras para el consumo.

Conclusión

Almacenar papas de forma adecuada no solo prolonga su vida útil, sino que también evita riesgos para la salud. Mantén las papas en un lugar fresco, oscuro y bien ventilado, lejos de la heladera y las bolsas de plástico, y revísalas regularmente para identificar signos de deterioro. Con estas prácticas, podrás disfrutar de este alimento básico en su mejor estado por más tiempo.