Yellowstone: el volcán que podría alimentar al mundo

¿Un volcán como fuente de energía?

Yellowstone, el supervolcán más famoso del mundo, ubicado en el noroeste de Wyoming, ha sido motivo de preocupación científica debido a su potencial destructivo. Aunque las probabilidades de una nueva erupción son remotas, el hundimiento anual de su caldera desde 2017 ha llevado a investigadores a explorar formas de reducir este riesgo y, al mismo tiempo, aprovechar su vasto poder térmico.

En 2017, un equipo liderado por Brian Wilcox, ingeniero de la NASA, propuso un audaz proyecto: perforar pozos alrededor de Yellowstone para bombear agua fría hacia la roca caliente del subsuelo. Esto no solo enfriaría la cámara de magma, disminuyendo el riesgo de erupción, sino que también permitiría aprovechar hasta 22 GW de energía geotérmica por cada 0.3 kilómetros cuadrados.

Obstáculos legales y culturales

A pesar de su potencial, esta idea enfrenta barreras significativas. Las leyes estadounidenses prohíben la explotación comercial en parques nacionales, como Yellowstone, y la Ley de Vapor Geotérmico de 1970 restringe específicamente la instalación de plantas geotérmicas en el área. Además, el sitio es considerado sagrado por comunidades indígenas y posee un ecosistema único que podría verse alterado.

Un precedente preocupante ocurrió en la cuenca de Wairakei, Nueva Zelanda, donde un proyecto geotérmico en 1950 eliminó 70 géiseres y 240 fuentes termales. Yellowstone, hogar de más de 1,283 géiseres, podría enfrentar un destino similar si no se toman precauciones extremas.

Caldera Yellowstone

Una alternativa más respetuosa con el medio ambiente ha surgido recientemente. En 2022, un estudio de la Universidad de Purdue propuso un sistema basado en pilares de cobre altamente conductivos para extraer calor de la cámara de magma. Este enfoque usaría el calor para generar electricidad mediante turbinas impulsadas por agua del cercano lago Shoshone, evitando impactos significativos al ecosistema.

Con este método, se podrían producir más de 11 cuatrillones de Watts-hora al año, suficiente para cubrir las necesidades energéticas de Estados Unidos. Además, se reduciría el riesgo de erupción, transformando el peligroso supervolcán en una fuente de energía limpia y sostenible.

El caso de Yellowstone plantea un debate crucial sobre cómo equilibrar el desarrollo tecnológico, la protección ambiental y el respeto a las tradiciones culturales. Aunque el futuro del proyecto es incierto, su enfoque innovador demuestra que incluso las mayores amenazas naturales pueden convertirse en oportunidades para la humanidad.

También te podría interesar

Deja un comentario