Sinaloa a 15 de agosto, 2024.- El estado de Sinaloa podría estar al borde de una guerra interna en el Cártel de Sinaloa tras la reciente detención de Ismael «El Mayo» Zambada y Joaquín Guzmán López, hijo de Joaquín «El Chapo» Guzmán. La situación ha encendido las alarmas entre las facciones del cártel, que podrían estar preparando sus armas para un enfrentamiento, según advierte un artículo publicado en The Wall Street Journal.
El periodista José de Córdova, autor del texto titulado «Betrayal and Capture of Sinaloa Cartel Leaders Spark Fears of Turf War» (Traición y captura de líderes del Cártel de Sinaloa desatan temores de una guerra territorial), reportó que fuentes cercanas al cártel aseguran que los «Mayitos», seguidores del «Mayo» Zambada, se sienten traicionados por los «Chapitos», hijos del «Chapo» Guzmán. La detención del «Mayo», quien según su abogado fue secuestrado, atado y entregado a las autoridades estadounidenses, es vista como un acto de traición que podría desencadenar un conflicto armado entre ambos bandos.
¿Guerra inminente en Sinaloa?
Las tensiones no son nuevas, pero la reciente captura de ambos líderes ha exacerbado las rivalidades internas. Según un miembro del cártel citado en el artículo, los «Chapitos» ya han comenzado a reclutar y armar a sus seguidores, formando un ejército de hasta 5 mil personas. Aunque los «Mayitos» no cuentan con el mismo número de efectivos, podrían apoyarse en las alianzas que Zambada ha forjado durante sus 50 años en el mundo del narcotráfico.
Culiacán, la capital del estado, se ha convertido en un punto crítico, controlado por el crimen organizado. Ismael Bojórquez, editor del semanario Ríodoce, advirtió que esta disputa no solo pondrá en riesgo la seguridad en Sinaloa, sino que también definirá el futuro del crimen organizado en la región.
¿Un acuerdo con Estados Unidos?
El artículo de The Wall Street Journal también sugiere que la captura del «Mayo» podría haber sido parte de un acuerdo entre Joaquín Guzmán López y el gobierno estadounidense. Según un funcionario norteamericano citado en el texto, el «Chapito» habría tenido acercamientos con las autoridades de EE. UU. para negociar su entrega a cambio de un trato favorable.
Un miembro del Cártel de Sinaloa comentó que no le sorprendería que Guzmán López hubiera buscado este acuerdo, dado que «es joven y le sería fácil cumplir una condena de cuatro años para luego disfrutar de sus millones».
La posible guerra entre los «Mayitos» y los «Chapitos» podría tener consecuencias devastadoras no solo para el Cártel de Sinaloa, sino para toda la región, afectando a la población civil y a la estabilidad en el estado. Mientras tanto, las autoridades mexicanas y estadounidenses mantienen un estrecho monitoreo de la situación, conscientes de que cualquier chispa podría desencadenar un conflicto de grandes proporciones.