Por Bruno Cortés
La violencia política es uno de los problemas más complejos y persistentes que enfrenta América Latina. A pesar de los esfuerzos por fortalecer la protección de las candidatas y candidatos, así como las reformas legislativas en diversos países, aún queda mucho por hacer para erradicar este flagelo. Ricardo Monreal Ávila, presidente de la Junta de Coordinación Política de la Cámara de Diputados de México, compartió su visión sobre este tema durante una reciente mesa de diálogo en el Parlamento Latinoamericano y Caribeño (Parlatino), que se celebró en Panamá.
En su intervención, Monreal destacó que la violencia política en la región es un fenómeno multicausal que ha sido alimentado por factores históricos como el autoritarismo, la represión y las desigualdades estructurales del pasado, y en las últimas décadas, por la creciente infiltración del crimen organizado en las instituciones. «El narcotráfico, en particular, ha sido una de las principales fuentes de conflicto entre distintos grupos, además de su enfrentamiento con las fuerzas del Estado», afirmó. A pesar de estos obstáculos, el legislador subrayó que los esfuerzos para combatir la violencia deben ser integrales, atendiendo las causas profundas y promoviendo una cultura de respeto y diálogo.
Monreal también mencionó un tema doloroso y preocupante: durante el proceso electoral de 2024 en México, 12 candidatos fueron asesinados, y se recibieron 645 solicitudes de protección, de las cuales 595 fueron atendidas y 50 fueron rechazadas por los propios solicitantes. Esto pone en evidencia la magnitud del problema y la necesidad urgente de políticas públicas efectivas que garanticen la seguridad de quienes aspiran a cargos públicos.
México, según Monreal, ha logrado avances en la lucha contra la violencia política, particularmente en lo que respecta a la violencia de género. Las reformas implementadas para prevenir, atender y sancionar estos actos buscan asegurar una participación equitativa de las mujeres en los procesos electorales. Un ejemplo de ello es la composición paritaria de los Plenos de la Cámara de Diputados y el Senado, que refleja un avance significativo en la inclusión de las mujeres en la política.
Además, el diputado mexicano insistió en que el trabajo del Legislativo no debe limitarse a la legislación, sino que debe estar acompañado de esfuerzos para erradicar las causas estructurales de la violencia, como la pobreza y la desigualdad. Por ello, subrayó la importancia de implementar una política de cero impunidad ante el crimen y de promover la inclusión social, especialmente entre las personas que viven en condiciones de pobreza, que a menudo se encuentran en situaciones de vulnerabilidad frente a la violencia política.
Durante otro panel del Parlatino, Monreal también abordó temas relacionados con la pobreza y los retos globales, como el cambio climático y la inteligencia artificial. En este sentido, subrayó el compromiso de México con los Objetivos de Desarrollo Sostenible, destacando que la Constitución Mexicana ahora reconoce el derecho de todos los ciudadanos a acceder a programas sociales que promuevan una mayor equidad.
En términos de avances en la reducción de la pobreza, Monreal señaló que México ha logrado una reducción histórica, con una disminución de la pobreza del 36.3% entre 2020 y 2022, lo que significa que nueve millones de personas dejaron de vivir en condiciones de precariedad. Sin embargo, reconoció que todavía existen desafíos significativos, como la informalidad laboral y la pobreza extrema, que requieren atención urgente.
Monreal concluyó su intervención enfatizando que la construcción de sociedades inclusivas, donde cada persona tenga voz y acceso a oportunidades, es clave para el desarrollo sostenible y para la convivencia pacífica. Hizo un llamado a los gobiernos de la región para redoblar esfuerzos y cumplir con la meta de erradicar la pobreza extrema, tal como se plantea en la Agenda 2030 de la ONU.
