La nutricionista rusa Liudmila Mikitiuk ha explicó que comer una pera al día puede mejorar no solo la digestión y el trabajo del corazón, sino que también cambia beneficiosamente el funcionamiento del organismo.
«La piel de la pera es especialmente útil: contiene flavonoides, que son beneficiosos para el corazón y los vasos sanguíneos ya que reducen la fragilidad de los capilares y hacen que los glóbulos rojos sean más elásticos», explicó la nutricionista.
Según Mikitiuk esta fruta contiene hasta un 20% de la cuota diaria de fibra que requiere el organismo, esto le otorga un efecto beneficioso para el sistema digestivo. Además, tiene la capacidad de enlazar los ácidos grasos haciendo que se reduzcan los niveles de colesterol.
«Junto con la acción diurética de las peras, debido a la abundancia de arbutina de potasio, ayuda a combatir las infecciones del tracto urinario», señaló.
La especialista advirtió que hay que consumir esta fruta con moderación ya que contiene mucha fibra insoluble, de lo contrario aumentaría el riesgo de sufrir diarrea, también recordó que aquellas personas que padecen diabetes y úlcera péptica no deberían consumir esta fruta.