Por Juan Pablo Ojeda
La Cámara de Diputados está al borde de un cambio significativo. El Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) está a punto de ratificar el acuerdo del Instituto Nacional Electoral (INE), que le otorga a Morena y sus aliados una mayoría calificada en la Cámara Baja del Congreso. Esta decisión, esperada con atención, tiene grandes implicaciones para la política mexicana y cómo se legislará en los próximos años.
El pasado viernes, el INE confirmó que Morena, junto con sus aliados, tiene 364 de los 500 escaños en la Cámara de Diputados. Esto se desglosa en 108 escaños obtenidos por sufragio proporcional y 256 por votación directa en las elecciones del 2 de junio. Con esta mayoría, que equivale al 73% de la representación en la Cámara, Morena está en una posición poderosa, similar a la que tuvo el PRI en 1982, cuando obtuvo un 74% bajo un sistema de partido hegemónico.
El magistrado Felipe de la Mata, que presentó el proyecto de resolución del TEPJF, ha declarado que los argumentos de la oposición son “infundados e inoperantes”. Los partidos Revolucionario Institucional (PRI), Acción Nacional (PAN) y Movimiento Ciudadano (MC) habían impugnado la decisión del INE, alegando que la sobrerrepresentación debería calcularse por coalición y no por partido político. Sin embargo, De la Mata argumenta que esta interpretación no está respaldada por la Constitución y que aceptarla violaría el principio de seguridad jurídica.
Según De la Mata, la norma constitucional no exige considerar a las coaliciones para el cálculo de la sobrerrepresentación. Además, aunque Morena tenga 236 diputados, la cifra no supera el límite constitucional de 300 que marcaría una sobrerrepresentación extrema. Por lo tanto, su mayoría calificada es válida.
El TEPJF tiene hasta el 28 de agosto para resolver estos recursos de impugnación, ya que el 29 de agosto se instalarán formalmente las nuevas cámaras del Congreso. La decisión de este tribunal es crucial, ya que permitirá a Morena y sus aliados, a partir del 1 de septiembre, aprobar reformas a la Constitución sin necesidad de negociar con la oposición.
Este nuevo poder legislativo, bajo el control de la presidenta electa Claudia Sheinbaum, tendrá la capacidad de implementar cambios significativos en la política mexicana, incluidos aspectos fundamentales como la reforma del Poder Judicial que se planea instaurar a través de elecciones populares. Con esta mayoría, Morena se asegura un control amplio sobre las decisiones legislativas y puede avanzar con sus propuestas de manera más efectiva.