Aquí hay algunos tips para reconocer una tortilla de mala calidad:
- Textura: Las tortillas de mala calidad pueden ser blandas, pegajosas o quebradizas. Una buena tortilla debe tener una textura suave y flexible.
- Sabor: Las tortillas de mala calidad pueden tener un sabor desagradable, rancio o amargo. Una buena tortilla debe tener un sabor neutro y fresco.
- Color: Las tortillas de mala calidad pueden tener un color pálido o grisáceo en lugar de un color dorado o marrón claro. Una buena tortilla debe tener un color uniforme y atractivo.
- Ingredientes: Las tortillas de mala calidad pueden contener ingredientes artificiales, conservantes, colorantes y otros aditivos que pueden afectar su sabor y calidad. Una buena tortilla debe estar hecha de ingredientes naturales y frescos.
- Frescura: Las tortillas de mala calidad pueden estar viejas, secas o rancias. Una buena tortilla debe estar fresca y suave al tacto.
- Flexibilidad: Las tortillas de mala calidad pueden ser rígidas o quebradizas y no doblarse fácilmente. Una buena tortilla debe ser flexible y doblarse sin romperse.
Recuerda que la calidad de las tortillas puede variar según la región geográfica y las preferencias personales. Lo mejor es confiar en tus sentidos para determinar si una tortilla es de buena calidad o no.