En la vasta historia del automovilismo deportivo, hay una página que atesora la hazaña de un mexicano audaz, un piloto que desafió a los gigantes de la Fórmula 1 y fundó el único equipo mexicano en esta categoría de élite: el Team Rebaque.
El protagonista de esta saga es Héctor Rebaque, un apasionado del automovilismo nacido en 1956 en la Ciudad de México. Su andar en las pistas comenzó en 1973, cuando participó en las 24 Horas de Daytona bajo la bandera del equipo John Buffum. Sin embargo, su verdadera odisea en las Grandes Premios comenzó en 1977.
En ese año, Héctor debutó en la Fórmula 1 con la escudería Hesketh Racing, compitiendo en el Gran Premio de Bélgica. Aunque no logró calificar en su primera carrera, continuó su camino en la máxima categoría del automovilismo. Tras una serie de carreras, finalmente consiguió clasificar en el Gran Premio de Alemania, donde lamentablemente tuvo que retirarse debido a problemas con el motor.
Fue en ese momento que la historia dio un giro notable. Abandonado por Hesketh Racing, Héctor Rebaque decidió dar vida al Team Rebaque, el primer y único equipo de Fórmula 1 cien por ciento mexicano. La sede del equipo se ubicó en Leamington Spa, Reino Unido, y su financiamiento provino principalmente de la familia Rebaque. A pesar de contar con pocos patrocinadores, lograron el respaldo de la cigarrera Marlboro y la cervecera Carta Blanca.
El debut del Team Rebaque en la Fórmula 1 se llevó a cabo con un acuerdo para adquirir el modelo Lotus 78 de Colin Chapman. A pesar de su inexperiencia, Héctor obtuvo un valioso punto en el Gran Premio de Alemania, donde ganó la última posición de puntos por tan solo un segundo. Sin embargo, su retirada en el Gran Premio de Brasil debido a fatiga afectó su reputación.
En el siguiente año, el equipo hizo un nuevo acuerdo con Lotus y adquirió el auto ganador de la temporada anterior, un Lotus 79 que había sido conducido por Mario Andretti, un campeón que había ganado seis carreras. A pesar de este poderoso vehículo, el Team Rebaque solo logró un séptimo lugar en el Gran Premio de Países Bajos, empezando la carrera desde la última posición.
Sin embargo, el momento cumbre llegó a principios de 1979 cuando Rebaque encargó a Roger Penske la construcción de un chasis exclusivo para su equipo: el Rebaque HR100. Este vehículo, diseñado por Geoff Ferris y John Barnard, estuvo influenciado por la innovadora aerodinámica del Lotus 79, que utilizaba el efecto suelo. El auto estaba equipado con un motor Ford-Cosworth DFV V8 y neumáticos Goodyear.
A pesar de la promesa que representaba el Rebaque HR100, no logró calificar en su primer intento en el Gran Premio de Italia. A continuación, en el Gran Premio de Canadá, tuvo que retirarse en la vuelta 26 debido a problemas mecánicos, lo que lo dejó en la posición 22. El equipo tampoco pudo clasificar en el Gran Premio de Estados Unidos.
A finales de 1979, el Team Rebaque llegó al final de su recorrido en la Fórmula 1. En el año siguiente, Héctor Rebaque fue invitado al equipo Brabham, donde continuó su carrera en la máxima categoría del automovilismo. Finalmente, en 1982, el piloto mexicano decidió retirarse definitivamente.
Desde entonces, Héctor Rebaque ha dedicado su vida a los negocios en hotelería y arquitectura. Su legado perdura en la memoria de los aficionados al automovilismo, recordando el valiente intento de un mexicano por conquistar la Fórmula 1. El Team Rebaque, el único equipo mexicano en esta competición, es un capítulo imborrable en la historia del automovilismo deportivo.