En el corazón del Estado de México, un tesoro culinario se mantiene vivo gracias a la pasión de los pueblos originarios: la cocina tlahuica. Esta tradición gastronómica, que ha pasado de generación en generación, es un reflejo de la rica historia y cultura de las comunidades de la región, especialmente en los municipios de Ocuilan, Malinalco y Temascaltepec.
La cocina tlahuica se distingue por el uso de ingredientes locales como el maíz, frijol, chile, hongos y hierbas silvestres, respetando profundamente la tierra de la cual provienen. Cada platillo no solo es una delicia para el paladar, sino también una ventana a las tradiciones y conocimientos ancestrales que han sido cuidadosamente preservados. Desde el mole de olla hasta el guisado de hongos silvestres, cada bocado cuenta una historia de identidad y resistencia cultural.
El Instituto de Investigación y Fomento a las Artesanías del Estado de México (IIFAEM) ha jugado un papel crucial en la promoción y preservación de esta cocina única. Al catalogar la gastronomía tlahuica como un patrimonio cultural invaluable, el IIFAEM busca no solo proteger estas tradiciones culinarias, sino también fomentar el orgullo y la identidad cultural de los pueblos originarios.
Además, las Tiendas de Artesanías «Casart» en el Estado de México ofrecen una oportunidad única para adquirir productos gastronómicos artesanales, elaborados siguiendo recetas tradicionales. Estos productos no solo representan la riqueza de la cocina tlahuica, sino que también apoyan el trabajo de los artesanos locales que se esfuerzan por mantener vivas estas tradiciones.
Preservar la gastronomía tlahuica es mucho más que disfrutar de un buen platillo; es reconocer y valorar el trabajo de los artesanos y fortalecer la identidad cultural de los pueblos originarios del Estado de México. Con cada visita a las Tiendas de Artesanías «Casart» o cada bocado de un platillo tlahuica, se apoya la continuidad de estas tradiciones que han sobrevivido a través del tiempo.
¿Y tú, ya conocías la cocina tlahuica? Si no, es el momento perfecto para descubrirla y dejarte sorprender por los sabores y tradiciones que estos pueblos originarios han preservado con tanto esmero. La próxima vez que visites el Estado de México, no pierdas la oportunidad de degustar estos manjares ancestrales y llevarte a casa un pedacito de historia en cada platillo.
La cocina tlahuica no es solo comida; es una experiencia que conecta al comensal con siglos de historia, cultura y respeto por la naturaleza. En un mundo donde las tradiciones culinarias están constantemente amenazadas por la globalización, es vital que reconozcamos y apoyemos estos esfuerzos por mantener viva una parte tan esencial de nuestra identidad cultural.
Así que, la próxima vez que busques algo auténtico y lleno de historia, piensa en la cocina tlahuica. No solo apoyarás a los artesanos y sus comunidades, sino que también te embarcarás en un viaje culinario que te llevará de regreso a los orígenes de la gastronomía mexicana.