Sheinbaum se guarda la carta: propone reglas claras a Morena, pero fuera de la mañanera

Por Juan Pablo Ojeda

 

Esta mañana en Palacio Nacional, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo tomó una decisión poco habitual: se negó a presentar la carta que tenía preparada para la dirigencia nacional de Morena sobre el tema de candidaturas. Y no fue por censura ni por falta de tiempo, sino por una razón que dejó clara desde el podio: “Es un tema partidario, y no corresponde tratarlo en la conferencia del pueblo”.

La mandataria explicó que sí había anunciado su intención de dar a conocer el contenido de esta misiva, pero reconsideró. Aseguró que no se trataba de un asunto de gobierno, sino interno de su partido, y por lo tanto prefirió mantenerlo al margen de la mañanera, la cual —recordó— es un espacio para temas de interés público, no de partidos.

Aunque no la presentó, Sheinbaum aclaró que la carta sí se hará pública y, como suele suceder con los asuntos que incomodan o generan curiosidad, prometió responder preguntas al respecto en cuanto se difunda el documento completo.

¿De qué trata exactamente esa carta? Todo apunta a que en ella la presidenta plantea reglas claras para quienes aspiren a una candidatura de Morena rumbo a las elecciones de 2027. El objetivo es evitar prácticas que generen dudas, divisiones internas o incluso problemas legales, como el caso reciente que ha salpicado a la senadora morenista Andrea Chávez Treviño.

Y es que Chávez ha sido acusada por el PAN de utilizar unidades médicas móviles en Chihuahua para promover su imagen personal. La oposición ya interpuso una denuncia formal ante la Fiscalía General de la República (FGR), alegando uso indebido de recursos públicos con fines electorales anticipados.

La carta de Sheinbaum, entonces, llegaría como un intento de poner orden en casa y cerrar la puerta a estas prácticas que no solo dañan la imagen del partido, sino que también podrían complicar jurídicamente a sus militantes.

En el fondo, el mensaje de la presidenta es doble: por un lado, manda una señal de disciplina interna a su partido, y por el otro, confirma que la Presidencia y la estructura de Morena deben mantenerse separadas. Una línea que en la política mexicana no siempre es clara, pero que Sheinbaum hoy quiso subrayar con firmeza.

Habrá que esperar el contenido íntegro de la carta para saber qué tan estrictas o novedosas son las reglas que propone. Pero lo que es seguro, es que la disputa por las candidaturas de 2027 ya arrancó —aunque falten dos años—, y desde ahora, el oficialismo busca evitar que la competencia interna se convierta en una guerra campal.

Por ahora, la pelota está en la cancha de Mario Delgado y la dirigencia nacional de Morena. ¿Tomarán en cuenta la propuesta de Sheinbaum? ¿Se abrirá el debate interno? ¿O se quedará como otra carta más sin mayor impacto? Lo sabremos pronto, porque en Morena, la carrera por el 2027 ya se empezó a correr.

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