Por Juan Pablo Ojeda
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, ofreció su total respaldo a los embajadores del país, incluidos aquellos que fueron designados por el presidente Andrés Manuel López Obrador, después de renunciar a sus partidos opositores, como el exgobernador de Hidalgo, Omar Fayad. Durante su conferencia mañanera en Palacio Nacional, Sheinbaum fue cuestionada sobre las inquietudes que han surgido respecto al desempeño de algunos de estos diplomáticos, particularmente en relación a su experiencia para desempeñar dicho cargo.
En respuesta a las preocupaciones, la mandataria señaló con firmeza que no veía motivo para inquietarse. “No veo por qué debe haber preocupación. (…) Lo han hecho muy bien, la verdad, han trabajado muy bien todos los embajadores y embajadoras y es parte de las atribuciones que tiene el presidente o la Presidenta de la República”, afirmó, destacando la importancia de que los diplomáticos mexicanos se enfoquen en promover lo que sucede en el país y se desempeñen como “informadores” en sus respectivos destinos.
La polémica ha surgido especialmente alrededor de algunos embajadores que, como Fayad, provienen del Partido Revolucionario Institucional (PRI), pero se sumaron a la administración actual tras su salida del partido opositor. A pesar de las críticas sobre su falta de experiencia diplomática, Sheinbaum defendió la libertad del presidente de realizar tales nombramientos, y recalcó que no se está perjudicando al país, ya que lo que se busca es que los embajadores difundan los avances y logros de México a nivel internacional.
Este tema también ha levantado inquietudes sobre la alineación política de las designaciones, ya que algunos sectores consideran que estas decisiones podrían estar más influenciadas por criterios políticos que por la capacitación y el perfil técnico de los diplomáticos. Sin embargo, la presidenta insistió en que la labor de los embajadores debe centrarse en la información y representación adecuada de la situación nacional.