Por Juan Pablo Ojeda
La presidenta Claudia Sheinbaum ya está en ruta hacia uno de los encuentros internacionales más importantes del año: la Cumbre del G7, que se celebrará este martes 17 de junio en Kananaskis, Canadá. A través de sus redes sociales, la mandataria compartió imágenes de su salida desde la Ciudad de México, marcando así su primera participación en un foro global de alto nivel como jefa del Ejecutivo.
Más allá de la foto oficial y las plenarias, el foco está puesto en lo que será su primer encuentro cara a cara con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien regresó a la Casa Blanca en enero pasado. El choque de estilos entre ambos líderes —uno nacionalista conservador, la otra progresista con énfasis social— ha generado gran expectativa, sobre todo por la agenda sensible que planean discutir: migración, comercio y aranceles.
México llega a esta cumbre con temas urgentes bajo el brazo. La presión migratoria en la frontera sur de Estados Unidos sigue siendo un punto de fricción constante, y el endurecimiento de las políticas de control por parte de Washington ha obligado a México a redoblar sus esfuerzos diplomáticos. La reunión con Trump podría marcar el tono de la relación bilateral en los próximos años.
Pero Sheinbaum no solo hablará con su vecino del norte. También tiene en agenda una reunión bilateral con el primer ministro de India, Narendra Modi, y otro encuentro con el primer ministro canadiense, Mark Carney. Ambos países son socios estratégicos de México tanto en el plano económico como político, y estas conversaciones serán clave para definir nuevas rutas de cooperación e inversión.
Según la agenda oficial, la jornada del martes arrancará con la foto oficial a las 11:20 de la mañana, seguida de una reunión trilateral con el Consejo y la Comisión Europea. A las 12:20 h, será el turno de India, y de 13:00 a 15:30 se desarrollará la plenaria de la Cumbre. Pero sin duda, el plato fuerte llegará a las 15:40, cuando se dé el tan esperado encuentro bilateral entre Sheinbaum y Trump. Cerrará su agenda a las 17:40 con la reunión con el premier canadiense.
Para Sheinbaum, esta cumbre es una oportunidad crucial para posicionar a México en la escena internacional bajo una nueva visión, donde el cambio climático, la equidad, la cooperación Sur-Sur y el desarrollo sostenible ocupan un lugar central. Pero también es un campo minado: cualquier descuido o mensaje mal calibrado puede afectar directamente las relaciones económicas y diplomáticas del país.
En los hechos, la presidenta mexicana se estrena ante el mundo. Y lo hace en un foro que no suele abrir la puerta fácilmente a países fuera del “club de ricos”. Estar ahí ya es un mensaje. Ahora, queda ver qué tan fuerte —y claro— será el que ella misma quiere mandar.