Por Juan Pablo Ojeda
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, aseguró que no ve una guerra comercial con Estados Unidos, a pesar de las recientes declaraciones del presidente estadounidense, Donald Trump, en el Foro Económico Mundial celebrado en Davos, Suiza. En su conferencia matutina, Sheinbaum destacó que Trump expresó un tono positivo hacia las relaciones comerciales entre ambos países, señalando que los acuerdos entre las naciones «van muy bien.»
«Yo no veo una guerra comercial. Ayer habló de otra manera de México, por cierto. El presidente Trump tiene su visión del uso de los aranceles, tanto económica como frente a una negociación de un país», declaró la mandataria, subrayando que, en el caso de México, la relación está basada en la «colaboración, cooperación y coordinación con respeto a nuestras soberanías.»
Durante su intervención en el foro, Trump hizo una serie de comentarios positivos sobre las negociaciones con México, resaltando los avances alcanzados. «Con México, estamos llegando a acuerdos, creo que vamos muy bien», expresó el presidente estadounidense. Sin embargo, también reiteró su posición respecto a que Estados Unidos no necesita de Canadá para producir autos, madera, petróleo y gas, un mensaje que ha generado diversas interpretaciones en el contexto de las relaciones comerciales en América del Norte.
Sheinbaum, al valorar las declaraciones de Trump, reconoció que su postura refleja la importancia de la relación comercial entre México y Estados Unidos, en la que el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) juega un papel clave. «La opinión que dio el presidente Trump en Davos sobre México habla de la relación comercial que hay entre México y Estados Unidos, que es muy importante y el propio tratado», subrayó la mandataria.
La presidenta también reiteró que la administración mexicana se basa en los decretos firmados por Trump, destacando que uno de estos mantiene el compromiso con el T-MEC y establece el proceso de revisión rumbo a 2026. En este sentido, Sheinbaum enfatizó que la estrategia de su gobierno es mantener una comunicación constante y formal con la nueva administración estadounidense, con el objetivo de seguir construyendo una relación bilateral estable.
«Creo que ha sido bueno el planteamiento que hemos hecho de que veamos las cosas con calma y que tengamos esta comunicación estrecha con el Gobierno de Estados Unidos que cada vez sea más establecida de manera institucional, formal, con la nueva Administración», concluyó la presidenta.