San Juan Chamula: Un viaje místico al corazón de los tzotziles

A solo 10 kilómetros de San Cristóbal de las Casas, en un valle rodeado de montañas sagradas, se encuentra San Juan Chamula, un pueblo tzotzil donde la espiritualidad, la historia y el sincretismo religioso han creado una identidad única en México.

San Juan Chamula fue trasladado a su ubicación actual en 1549, como parte de la política de reducción de la Corona Española. Sin embargo, sus habitantes han conservado sus lenguas, vestimentas y rituales prehispánicos, fusionándolos con creencias cristianas en un sincretismo fascinante.

El pueblo está dividido en tres barrios: San Pedrito, San Juan y San Sebastián, cada uno con un papel importante en la vida comunitaria.

La Plaza Principal y la Iglesia de San Juan Bautista

El corazón del pueblo es su Plaza Principal, donde se celebran eventos religiosos, políticos y sociales. Justo al fondo se encuentra la Iglesia de San Juan Bautista, un templo de una sola nave con una atmósfera mística.

Dentro de la iglesia, los visitantes son testigos de un ambiente único: miles de velas encendidas, el aroma de copal y mirra, hojas de pino en el suelo y fieles rezando en voz alta. Aquí, las imágenes de los santos llevan espejos colgados en el pecho, pues se cree que reflejan la maldad.

En este espacio sagrado, los rituales chamulas mezclan la evangelización del siglo XVI con creencias prehispánicas. No hay bancas, ya que los habitantes oran de rodillas, y se prohíben las fotografías y el comportamiento irrespetuoso.

A la entrada del pueblo se encuentran las ruinas de la Iglesia de San Sebastián, una construcción colonial del siglo XVI rodeada de un cementerio peculiar. Aquí, las tumbas no tienen lápidas y sus cruces son de distintos colores, pues se cree que muchas tumbas son anteriores a la llegada de los españoles y que las cruces representan la cruz maya en lugar de la cristiana.

San Juan Chamula & Zinacantán

Fiestas y peregrinaciones llenas de simbolismo

San Juan Chamula celebra festividades con una profunda carga simbólica. El 24 de junio, en honor a San Juan Bautista, las autoridades visten sus trajes ceremoniales y portan un bastón de mando que, según la tradición, les dejó el mismo santo.

Otro evento importante es el «Kin Tajimoltic», que coincide con los cinco días sin nombre del calendario maya. En esta fecha, los habitantes creen que San Juan Bautista se fusionó con una deidad prehispánica y habita en el cerro Tzontehuitz, desde donde protege a los chamulas.

Un destino mágico e inolvidable

Visitar San Juan Chamula es adentrarse en un mundo donde el tiempo parece haberse detenido. Su atmósfera mística, sus tradiciones vivas y la devoción de su gente lo convierten en un destino único para quienes buscan conocer la esencia de la cultura tzotzil y la fusión entre lo prehispánico y lo cristiano.

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