En el marco del Día Mundial contra la Obesidad, que se conmemora el 4 de marzo, el director general del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), Martí Batres Guadarrama, subrayó la importancia de tratar la salud como un derecho colectivo y no solo un asunto individual.
“La obesidad no es un problema de voluntad personal, sino una consecuencia del sistema neoliberal, por ello es fundamental replantear el enfoque del sistema de salud, no solo en términos de atención, sino también en cuanto a las causas que originan esta problemática desde una perspectiva de justicia social”, afirmó Batres.
El director explicó que el modelo económico neoliberal ha transformado profundamente los sistemas alimentarios, con la masificación de alimentos ultraprocesados cargados de azúcares, grasas trans y sodio, los cuales, desde la década de los 80, comenzaron a desplazar dietas saludables. “Este cambio radical fue impulsado por la liberalización del mercado, que permitió que estos productos se convirtieran en opciones económicas y accesibles, perjudicando la salud de millones de personas”, señaló.
El impacto de este modelo ha sido doble: mientras los gobiernos del pasado no lograron regular adecuadamente la comercialización de estos alimentos, el estilo de vida sedentario, potenciado por largas jornadas laborales, redujo el tiempo para la preparación de alimentos saludables y la práctica de ejercicio.
Ante este panorama, Batres reiteró el compromiso del ISSSTE con la promoción de hábitos saludables como parte de su Plan de 25 Puntos para la Transformación del organismo. Entre las iniciativas clave, destacó el Programa de Prevención y Regresión del Sobrepeso y la Obesidad (PPRESyO), que opera en unidades médicas de primer nivel, donde equipos multidisciplinarios de nutriólogos, médicos y activadores físicos trabajan de la mano con los derechohabientes para prevenir y combatir la obesidad.
Dentro de los hábitos recomendados para prevenir esta enfermedad, Batres resaltó la importancia de evitar el sedentarismo, realizar ejercicio de manera regular, limitar el consumo de azúcares, y fomentar una dieta rica en frutas, verduras y fibra. Asimismo, subrayó la necesidad de distribuir las comidas en cinco tiempos y pesarse regularmente para tener un control sobre la salud.
El ISSSTE, a través de sus diversas estrategias y programas, continúa impulsando acciones para revertir la creciente tasa de obesidad en México, ofreciendo atención integral y fomentando el bienestar de los trabajadores del estado y sus familias.
Con estas acciones, Batres reafirma que la lucha contra la obesidad es una tarea colectiva y que, como sociedad, debemos hacer frente a las raíces de este problema, impulsando un modelo de salud basado en la prevención, el acceso a alimentos saludables y la promoción de un estilo de vida activo.