Robot que nada y se lo comen los peces

Por Juan Pablo Ojeda

 

En un avance que suena más a ciencia ficción que a realidad, científicos de la Escuela Politécnica Federal de Lausana (EPFL), en Suiza, han desarrollado un robot acuático completamente biodegradable y comestible, diseñado para monitorear la calidad del agua y convertirse, al final de su vida útil, en alimento para los peces.

Este pequeño dispositivo, con forma de embarcación, se mueve por el agua usando una reacción natural entre dióxido de carbono, ácido cítrico, bicarbonato de sodio y propilenglicol, todos materiales no tóxicos que no dañan al ecosistema. Lo más sorprendente es que al descomponerse, el robot no solo desaparece sin dejar rastro de contaminación, sino que se transforma en un alimento con 30% más proteínas y 8% menos grasa que el alimento convencional para peces.

El proyecto, liderado por el Laboratorio de Sistemas Inteligentes de la EPFL bajo la dirección de Dario Floreano, fue publicado recientemente en la revista Nature Communications, y plantea una nueva era en la robótica ecológica: una en la que los dispositivos no solo no contaminan, sino que benefician al entorno cuando dejan de funcionar.

“Con este trabajo mostramos cómo se pueden reemplazar los plásticos, baterías y componentes electrónicos de los robots nadadores por elementos completamente comestibles y biodegradables”, explicó Shuhang Zhang, estudiante de doctorado y uno de los autores del estudio.

La apuesta de la EPFL es ambiciosa: estos robots podrían fabricarse en masa para tareas de monitoreo ambiental, como medir el pH del agua, la temperatura, detectar contaminantes o microorganismos, sin necesidad de recuperar los aparatos una vez completada su misión. Incluso podrían usarse para entregar nutrientes o medicamentos a los peces, o servir como mascotas artificiales ecológicas en acuarios.

Aunque la tecnología está aún en sus primeras fases de desarrollo, lo cierto es que abre nuevas posibilidades para el monitoreo ambiental responsable, una necesidad creciente en un planeta donde los residuos tecnológicos son un problema creciente. Este robot suizo no solo nada… también nutre y desaparece sin contaminar. ¿Será este el futuro de la robótica ambiental? Todo apunta a que sí.

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