Por Bruno Cortés

El pasado 1 de febrero, el debate sobre la reforma a la Ley del Infonavit llegó al Congreso de la Unión y, como era de esperarse, ha generado muchas opiniones divididas. Entre las voces más críticas se encuentra la del diputado Rubén Moreira Valdez, coordinador del Grupo Parlamentario del PRI, quien ha señalado que los cambios propuestos a esta ley le quitan poder a quienes representan a los sectores involucrados, al tiempo que dan al gobierno un control mucho más directo sobre los fondos de los trabajadores.

Moreira, quien tiene una mirada aguda sobre el tema, no se guardó nada y señaló que la reforma le da al gobierno la posibilidad de manejar esos fondos sin consultar a los verdaderos dueños: los trabajadores. Según él, la reforma también acaba con la participación activa de los sindicatos y los empresarios en las decisiones sobre el destino del dinero, lo cual, para el diputado, es un problema serio. «Este dinero no es del gobierno ni de los ciudadanos en general, es de los trabajadores que cotizan al Infonavit», dijo enfático.

Además, Moreira se refirió a los cambios que hizo el Senado como «cosméticos», porque, según él, lo que realmente importa es que el director del Infonavit ahora será designado desde la Presidencia de la República, lo que le da un poder casi absoluto en los procesos dentro del instituto, incluso el poder de veto. Esta modificación ha dejado claro que no se consultará a los trabajadores directamente, sino que el gobierno tomará decisiones sobre los fondos sin un verdadero proceso democrático de consulta.

El legislador también alertó sobre la falta de claridad en cuanto a cómo se llevará a cabo la famosa consulta sobre el uso de los fondos. Para él, este tipo de decisiones no deben tomarse sin involucrar a los trabajadores, y es que, en sus palabras, el Infonavit no es solo una herramienta financiera, sino también un derecho que pertenece a quienes más lo necesitan. “Esto no es dinero que pueda manejarse de manera discrecional por parte de quienes no cotizan”, destacó.

Otro tema que está dando mucho de qué hablar es la complicada situación económica que enfrenta el gobierno federal, que ha tenido que buscar maneras de financiarse debido a sus dificultades presupuestales. Según Moreira, en su afán de conseguir recursos, el gobierno está «hurgando» en todos los rincones, y ha comenzado a poner su mirada en los fondos de los trabajadores, como el Infonavit o las Afores.

Este panorama no solo afecta las finanzas del Infonavit, sino que también crea incertidumbre sobre el destino de millones de pesos que pertenecen a los trabajadores, quienes podrían ver cómo se desvían esos fondos hacia otras prioridades del gobierno.

Por otro lado, cuando el diputado fue cuestionado sobre la posibilidad de discutir la reforma en la primera sesión ordinaria del Congreso, destacó que aún no se tiene información clara sobre cuándo y cómo se llevará a cabo el debate. La falta de convocatoria para una Junta de Coordinación Política y la rapidez con la que se está impulsando la reforma generan un clima de desconcierto entre los legisladores y la ciudadanía.

Pero no solo el tema del Infonavit está ocupando la agenda del PRI. En sus declaraciones, también se refirió a la violencia creciente en varias regiones del país, como Michoacán y Sinaloa, y a la falta de transparencia en las cifras oficiales de homicidios. Según Moreira, la desaparición de columnas informativas en las estadísticas oficiales está ocultando la realidad del país, lo que es grave en un contexto de inseguridad que sigue creciendo.

El panorama que pinta el diputado es complejo. Por un lado, un gobierno que, según él, busca apoderarse de los recursos de los trabajadores bajo la excusa de la crisis económica, y por otro, una sociedad cada vez más preocupada por la violencia, la inseguridad y la falta de respuesta del gobierno ante las demandas ciudadanas.

Lo cierto es que esta reforma al Infonavit sigue siendo un tema que genera debate, y los próximos días serán clave para entender qué tan lejos puede llegar el gobierno con sus cambios. ¿Realmente hay un interés por mejorar las condiciones de los trabajadores o solo se busca tener mayor control sobre sus recursos? La respuesta está por verse.