Por Juan Pablo Ojeda
El ambicioso plan fiscal impulsado por el expresidente y actual candidato Donald Trump ha encontrado un obstáculo inesperado: un grupo de legisladores republicanos conservadores bloqueó su avance en el Comité de Presupuesto de la Cámara de Representantes, desatando una insólita rebelión dentro de las filas del Partido Republicano.
El megaproyecto, bautizado por Trump como el “GRAN Y HERMOSO PROYECTO DE LEY”, pretendía extender las exenciones fiscales implementadas durante su primer mandato (2017-2021), incluir nuevos recortes tributarios y establecer un controvertido impuesto del 5 % a las remesas enviadas fuera de EE.UU., una medida que ha provocado un fuerte rechazo internacional, especialmente por parte del gobierno mexicano.
Durante una tensa sesión celebrada este viernes, cinco legisladores republicanos –tres bastaban para frenar el proyecto– votaron en contra, citando preocupaciones sobre el impacto que tendría en el ya elevado déficit fiscal del país. Uno de ellos, el representante Chip Roy, declaró: “Estamos emitiendo cheques que no podemos cobrar y nuestros hijos van a pagar las consecuencias”.
La medida tenía como objetivo llegar al Despacho Oval antes del 4 de julio, Día de la Independencia, pero la votación negativa amenaza con dejarlo estancado en la comisión presupuestaria, comprometiendo el calendario previsto por la bancada trumpista.
Trump, desde su red social Truth Social, arremetió contra los disidentes:
“Los republicanos DEBEN UNIRSE tras ‘EL GRAN Y HERMOSO PROYECTO DE LEY’. ¡DEJEN DE HABLAR Y HÁGANLO!”
El expresidente también defendió el plan afirmando que este “no solo recorta los impuestos a TODOS los estadounidenses, sino que también dejará sin Medicaid a millones de inmigrantes indocumentados”, asegurando que el programa de salud pública se protegería para quienes “realmente lo necesitan”.
División interna
La resistencia a la propuesta ha expuesto una fractura creciente entre el ala centrista y el ala conservadora del Partido Republicano. Mientras que los conservadores piden recortes más profundos e inmediatos al gasto público, los moderados temen las consecuencias que estos podrían tener en programas sociales populares como el SNAP (cupones de alimentos).
El megaproyecto incluye rebajas fiscales en áreas como:
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Propinas y horas extras
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Préstamos para autos fabricados en EE.UU.
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Seguridad Social
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Beneficios fiscales para adultos mayores y familias con hijos
No obstante, estas medidas generarían un déficit de ingresos estimado preliminarmente en 3.9 billones de dólares, según el presidente del Comité de Medios y Arbitrios, Jason Smith. Aunque la cifra está por debajo del umbral de 4.5 billones definido por el liderazgo republicano, no ha sido suficiente para convencer a los críticos internos.
Rechazo internacional
La inclusión del impuesto del 5 % a las remesas también ha generado fricciones diplomáticas. El gobierno de Claudia Sheinbaum en México calificó la medida de “injusta” y “discriminatoria”, señalando que afectaría directamente a millones de familias mexicanas que dependen del dinero enviado por migrantes desde EE.UU.
Este nuevo revés en el Congreso representa un desafío importante para Trump, que busca afianzar su agenda económica de cara a las elecciones de noviembre. Aunque sus aliados confían en reactivar el proyecto en los próximos días, la votación de este viernes deja en evidencia una creciente disensión interna que podría comprometer su ambicioso legado fiscal.