CDMX a 2 de septiembre, 2024.- En un firme pronunciamiento durante la apertura del Primer Periodo de Sesiones de la LXVI Legislatura, las diputadas y diputados del Grupo Parlamentario del PRI ratificaron su voto en contra de la reforma judicial propuesta por el Ejecutivo Federal. Encabezados por los dirigentes nacionales Alejandro Moreno y Carolina Viggiano, así como por los coordinadores parlamentarios Rubén Moreira Valdez y Manuel Añorve Baños, la bancada priista se mantuvo unida en su rechazo, calificando la propuesta como incompleta, extraviada en sus medidas y equívoca en sus objetivos.
Desde la tribuna, la diputada Marcela Guerra Castillo, portavoz de la bancada del PRI, argumentó que su partido busca una auténtica y profunda reforma al sistema de justicia, no una que avasalle a otros poderes de la Unión o pretenda eliminar los órganos autónomos que sirven como contrapesos esenciales en una democracia. «México reclama políticas de consenso y acuerdo, no una mayoría que intenta vulnerar la pluralidad,» enfatizó Guerra.
La diputada dejó claro que el PRI se posiciona como una fuerza política opositora comprometida con la democracia, la pluralidad y las libertades en México. «Nuestra vocación es construir un México de libertades, democrático y plural, que profundice el régimen republicano y rechace el regreso a una hegemonía,» subrayó.
Guerra Castillo también hizo un llamado a dejar de lado las rencillas políticas y las descalificaciones, para centrarse en un debate auténtico sobre los problemas del país. «Invitamos a todos a unirnos en torno a políticas de Estado genuinas que permitan mejorar la calidad de vida de la gente,» afirmó. La legisladora hizo hincapié en la necesidad de superar las visiones parciales y avanzar hacia un consenso que beneficie a todos los mexicanos.
Por su parte, Rubén Moreira, coordinador del PRI en la Cámara de Diputados, reafirmó la decisión de su bancada de no participar en el debate sobre el dictamen de la reforma al Poder Judicial debido a las suspensiones emitidas por jueces. «No podemos ser parte de un proceso que, en nuestra opinión, no es oportuno, pertinente ni democrático,» declaró Moreira.
El PRI ha dejado clara su postura: la reforma judicial, tal como está planteada, no es beneficiosa para la justicia en México. Según Moreira, la propuesta no es democrática ni popular, y carece de una forma clara de operación. Además, hizo un llamado a respetar las decisiones judiciales, subrayando la importancia de la legalidad y la institucionalidad en el proceso legislativo.
La posición del PRI refuerza la necesidad de un debate más profundo y consensuado sobre la reforma judicial, lejos de imposiciones y con un enfoque más amplio que incluya las diferentes perspectivas políticas del país.
Mientras la mayoría de Morena y sus aliados buscan avanzar con la reforma, la oposición, encabezada por el PRI, se mantiene firme en su posición de que cualquier cambio significativo en el sistema judicial debe ser producto de un consenso amplio y no de una imposición. Con la reforma aún en discusión, el Congreso de la Unión se prepara para lo que promete ser un intenso periodo de debates y negociaciones.