Por Bruno Cortés
En una conferencia conjunta desde el Senado de la República, el presidente nacional del Partido Acción Nacional (PAN), Jorge Romero, y el coordinador de los senadores panistas, Ricardo Anaya, alzaron la voz contra lo que calificaron como un intento frontal de censura y concentración de poder por parte del gobierno federal. El foco de su preocupación: una controvertida iniciativa de reforma a la Ley Federal de Telecomunicaciones y Radiodifusión.
Romero calificó la propuesta como “la ley censura”, debido a que otorga a una nueva entidad, la Agencia de Transformación Digital y Telecomunicaciones, la facultad de bloquear plataformas digitales sin criterios claros y sin control parlamentario. “Es como decir: si al gobierno no le gusta lo que dices, te apaga. Así de simple”, advirtió con contundencia, subrayando la vaguedad legal que permitiría a cualquier autoridad “competente” —sin definir quién— solicitar el bloqueo de contenidos digitales.
En medio de una nutrida asistencia de legisladores como Margarita Zavala y Enrique Vargas, los panistas desglosaron los tres ejes de su preocupación: una amenaza a la libertad de expresión, un atentado contra la privacidad ciudadana y un avance en la hiperconcentración del poder en manos del Ejecutivo. “Esta ley como está redactada permite al gobierno autorizar previamente cualquier spot antes de que sea difundido. Eso no es regulación: eso es censura previa”, afirmó Romero.
Anaya, por su parte, denunció que la iniciativa no sólo tiene implicaciones jurídicas graves, sino que vulnera principios fundamentales de una democracia plural. “Es una barbaridad legal. No se especifica qué normas se violarían, ni qué autoridad ejecutaría los bloqueos, ni cuánto tiempo durarían. Todo se delega a reglamentos unilaterales que redactará un burócrata designado por el Ejecutivo”, expuso.
En un tono sereno pero firme, los líderes del PAN no sólo señalaron los riesgos del articulado —en particular los artículos 109 y 192—, sino que también invitaron a un debate nacional sobre los límites entre regulación y censura. “Queremos un país soberano, sí, pero también libre. No se vale que una excusa de soberanía sirva como pretexto para silenciar a la sociedad”, expresó Romero, recordando que el detonante de esta propuesta fue un spot extranjero supuestamente ofensivo para la imagen nacional.
Además, se abordó un elemento poco discutido de la iniciativa: el uso del “lenguaje correcto” en contenidos digitales, como lo establece la fracción novena del artículo 192. “¿Quién va a definir qué es un uso correcto del lenguaje? ¿El gobierno? ¿Una agencia? ¿Una sola persona?”, cuestionó Romero, aludiendo a la amenaza implícita de imponer criterios morales o ideológicos en la comunicación pública.
A pesar del tono crítico, Romero y Anaya insistieron en que el PAN está dispuesto a reconocer cuando el gobierno hace las cosas bien. “No somos oposición por sistema”, aclaró Romero. Sin embargo, añadieron que esta iniciativa, por su ambigüedad y su potencial autoritario, representa una línea roja que el partido no está dispuesto a cruzar.
El mensaje que ambos dirigentes buscaron transmitir es claro: en un país democrático, el disenso no puede ser castigado ni el debate silenciado. “Hoy más que nunca, defender el derecho a expresarnos sin miedo es una tarea esencial”, concluyeron. La conferencia dejó una advertencia abierta, pero también una invitación a construir leyes con consensos, transparencia y plena responsabilidad democrática.
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