¿Quieres ser más feliz? La ciencia tiene la clave

Cada 20 de marzo celebramos el Día Internacional de la Felicidad, una fecha proclamada por la ONU desde 2012 para reconocer la importancia del bienestar en nuestras vidas. La felicidad no es solo una meta lejana; está al alcance de nuestras manos y la ciencia nos ofrece estrategias para cultivarla diariamente.​

 

México en el ranking de la felicidad

 

El Informe Mundial de la Felicidad 2025 destaca que México ha ascendido al top 10 de los países más felices del mundo, situándose como el segundo más feliz de Latinoamérica. Finlandia, por su parte, lidera la lista por octavo año consecutivo. ​

 

 

Estrategias científicas para aumentar la felicidad

 

  • Cultiva relaciones significativas: Un estudio de Harvard que se extendió por 80 años revela que las relaciones cercanas con familiares y amigos son fundamentales para una vida feliz y saludable. Estos vínculos ayudan a retrasar el deterioro físico y mental, siendo mejores predictores de una vida larga que factores como la riqueza o la fama.​

 

  • Practica la gratitud: Llevar un ‘Diario de Gratitud’, anotando diariamente aspectos por los que estamos agradecidos, puede aumentar nuestra satisfacción general y promover un espíritu más positivo. ​

 

  • Realiza actividad física: El ejercicio regular, como caminar, correr o andar en bicicleta, libera endorfinas que mejoran el estado de ánimo y reducen el estrés. Según un estudio de Harvard, solo 90 minutos de actividad física a la semana pueden proporcionar mejoras significativas en el bienestar emocional.​

 

  • Disfruta de los pequeños placeres: Tomarse el tiempo para apreciar momentos cotidianos, como escuchar música, leer o cuidar plantas, puede aumentar nuestra felicidad. Estos pequeños actos nos conectan con el presente y nos brindan satisfacción.​

 

  • Cuida tu alimentación: Algunos alimentos, como el chocolate negro con alto contenido de cacao, los plátanos y las nueces, están asociados con la mejora del estado de ánimo y la reducción del estrés, gracias a su contenido en triptófano, magnesio y omega-3. ​

 

  • Practica la «confelicidad»: Este concepto implica encontrar alegría en el éxito y felicidad de los demás, lo que puede enriquecer nuestras relaciones y aumentar nuestro propio bienestar. ​

 

  • Participa en actividades creativas: Involucrarse en actividades que estimulen la creatividad, como pintar, escribir o tocar un instrumento, puede ser una fuente significativa de felicidad y satisfacción personal. ​

 

  • Establece límites saludables: Aprender a decir «no» y gestionar nuestro tiempo de manera efectiva nos permite enfocarnos en lo que realmente importa, reduciendo el estrés y aumentando la felicidad. ​

 

  • Abraza las microconexiones: Pequeños intercambios diarios, como saludar a un vecino o conversar brevemente con un desconocido, pueden mejorar nuestro estado de ánimo y fomentar un sentido de comunidad. ​

 

  • Encuentra propósito y significado: Participar en actividades que nos apasionen y nos den sentido, como el voluntariado o proyectos personales, contribuye a una vida más plena y feliz. ​

 

La felicidad no es un destino, sino un viaje continuo que se nutre de nuestras decisiones y hábitos diarios. Al incorporar estas prácticas respaldadas por la ciencia, podemos construir una vida más satisfactoria y equilibrada.​

 

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