La jabalinada / Bruno Cortés
El debate sobre si México puede y debe romper con el neoliberalismo está en el centro de las discusiones económicas y políticas del país. Este modelo, vigente desde la década de 1980, ha sido señalado tanto como un catalizador de desarrollo como un generador de desigualdad. Sin embargo, la pregunta crucial es si alejarse de este sistema es una alternativa realista o simplemente una propuesta populista con poco sustento práctico.
El TLCAN: ¿Pilar del desarrollo o dependencia estructural?
El Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), ahora reemplazado por el T-MEC, es uno de los elementos clave que simboliza el modelo neoliberal en México. Desde su implementación en 1994, el acuerdo ha tenido efectos notables:
Lo que aporta el TLCAN a México
- Crecimiento del comercio: Las exportaciones mexicanas pasaron de $60 mil millones en 1994 a más de $600 mil millones en 2023.
- Inversión extranjera directa (IED): México se ha consolidado como un destino clave para la inversión, particularmente en manufactura y automóviles.
- Generación de empleos: Según cifras del INEGI, el sector exportador genera alrededor del 20% de los empleos formales en México.
Costos del modelo
- Dependencia económica: Más del 80% de las exportaciones mexicanas tienen como destino Estados Unidos, lo que deja a la economía vulnerable a cambios en su mercado.
- Desigualdad regional: Mientras los estados del norte y el Bajío prosperan gracias al comercio, el sur permanece rezagado.
- Impacto en sectores tradicionales: La apertura comercial ha golpeado a sectores como la agricultura, incapaces de competir con productos subsidiados provenientes de Estados Unidos.
¿Romper con el neoliberalismo: Opción real o retórica populista?
¿Qué implica “romper con el neoliberalismo”?
Alejarse del neoliberalismo podría significar una mayor intervención del Estado en la economía, mayor protección a los sectores estratégicos nacionales y una redistribución más equitativa de los recursos. En teoría, estas propuestas buscan corregir las fallas del mercado. Sin embargo, su implementación enfrenta desafíos significativos:
- Riesgo de aislamiento económico: Salir del marco neoliberal podría implicar fricciones comerciales con Estados Unidos, el principal socio económico de México.
- Reducción de IED: Las políticas proteccionistas podrían desalentar la inversión extranjera, afectando sectores clave.
- Debilidad institucional: México necesitaría fortalecer su capacidad regulatoria para evitar que un modelo alternativo se traduzca en corrupción o ineficiencia.
¿Es solo populismo?
Algunas propuestas que claman «romper con el neoliberalismo» carecen de estrategias concretas y suelen basarse en discursos simplistas. El populismo, entendido como la apelación emocional al “pueblo” contra las élites económicas, utiliza esta narrativa para ganar apoyo político, pero a menudo omite los costos y desafíos asociados.
No obstante, ello no significa que las críticas al neoliberalismo sean infundadas. La creciente desigualdad y los rezagos sociales son problemas reales que el modelo no ha resuelto, lo que legitima la búsqueda de alternativas.
¿Es viable una alternativa económica en el marco del TLCAN/T-MEC?
Romper por completo con el modelo neoliberal podría ser poco práctico, pero una transformación progresiva dentro del marco actual sí es posible:
- Diversificación económica: Reducir la dependencia de Estados Unidos fomentando comercio con Asia, Europa y América Latina.
- Fortalecimiento del mercado interno: Incentivar el consumo nacional mediante políticas de redistribución y apoyo a pequeñas y medianas empresas.
- Desarrollo regional: Inversiones públicas focalizadas para cerrar la brecha entre el norte industrializado y el sur rezagado.
- Reforma fiscal progresiva: Aumentar la recaudación entre las élites económicas para financiar programas sociales.
Dependerá del diseño y la implementación de las políticas propuestas. Las soluciones que prioricen evidencia y sostenibilidad pueden representar una opción viable para México. Por otro lado, discursos carentes de fundamento o centrados exclusivamente en la retórica antineoliberal corren el riesgo de ser solo populismo con impactos limitados en el bienestar de la población.
México no necesita una ruptura abrupta con el neoliberalismo, sino una evolución estratégica que reconozca los beneficios de acuerdos como el TLCAN/T-MEC, pero que también aborde las desigualdades que el modelo no ha resuelto. Este enfoque puede combinar lo mejor del libre mercado con un compromiso real hacia la justicia social y el desarrollo sostenible.