Resiliencia Democrática entre Crisis y Participación Ciudadana

La Jabalinada Por Bruno Cortés

1. Urnas en Llamas: La Paradoja de la Participación Ciudadana
El olor a tinta indeleble y el murmullo de filas interminables en casillas electorales contrastan con el eco de balas en estados como Guerrero o Michoacán. Entre 2018 y 2024, México registró una participación electoral promedio del 60% en presidenciales, cifra que rivaliza con democracias consolidadas. En 2024, el 61% del electorado acudió a votar pese a los 561 ataques a candidatos documentados. El Instituto Nacional Electoral (INE), con su logística impecable y urnas transparentes, ha sido un baluarte: cero fraudes sistémicos en 25 años. “México ya no es el mismo: aquí la gente cree en el voto, no en los caudillos”, resume un observador internacional.

2. La Corte: Última Trinchera contra la Hegemonía
El mármol frío de la Suprema Corte de Justicia (SCJN) fue testigo de batallas históricas. En 2023, los 11 ministros invalidaron por unanimidad la “Reforma Electoral Plan B” de AMLO, defendiendo la autonomía del INE. Aunque el presidente los tachó de “élites corruptas”, su fallo evitó que el gobierno controlara el árbitro electoral. Este episodio, donde togas negras frenaron al Ejecutivo, evoca un México donde las instituciones aún respiran… aunque sea con oxígeno limitado.

3. Mujeres al Poder: La Revolución Silenciosa
El aroma a café recién hecho en mítines políticos ahora se mezcla con consignas feministas. En 2024, México eligió a su primera presidenta, Claudia Sheinbaum, gracias a reformas de paridad de género que exigen 50% de candidaturas para mujeres. Hoy, 52% de los escaños en la Cámara de Diputados son ocupados por mujeres, un avance que contrasta con los feminicidios diarios. “Es una victoria agridulce: llegamos al poder, pero seguimos muriendo”, dice una diputada de Morena.

4. Sociedad Civil: El Termómetro de la Esperanza
Las pancartas coloridas frente al Senado o el Zócalo son un recordatorio: la sociedad mexicana no se rinde. Colectivos como #YoSoy132 o Madres Buscadoras desafían al crimen y al poder con megáfonos y fotos de desaparecidos. En 2023, una marcha histórica contra la militarización reunió a 90 mil personas bajo un sol inclemente. “Aquí, la calle sigue siendo nuestra”, gritaba un estudiante mientras la policía observaba, pasiva.

5. Prensa Valiente: Voces entre las Sombras
Aunque México es el país sin guerra más letal para periodistas (37 asesinatos desde 2019), redacciones como Animal Político o Proceso persisten. En 2024, un reportero de Veracruz narró su secuestro en un viral hilo de Twitter, combinando humor negro (“Hasta los narcos odian mi ortografía”) y denuncia social. Mientras AMLO despotricaba contra “prensa fifí” en sus mañaneras, estos medios ganaron premios internacionales por investigar corrupción.

6. El INE: Un Gigante con los Pies de Barro
El auditorio del INE, con sus pantallas gigantes y mapas electorales detallados, simboliza una democracia técnica pero frágil. Pese a recortes presupuestales y ataques verbales, organizó elecciones impecables en 2018, 2021 y 2024. Su sistema de cómputo rápido, auditable en segundos, es un orgullo latinoamericano. “Sin el INE, esto sería Venezuela… o peor”, susurra un técnico electoral mientras cuenta votos en Oaxaca.

7. Juventud y Tecnología: La Nueva Frontera Democrática
El zumbido de celulares en manos de jóvenes define la nueva era. En 2024, 12 millones de votantes menores de 30 años acudieron a las urnas, muchos motivados por campañas digitales como #HazmeParoDeVotar. Apps como “Voto Informado” explican propuestas con memes, mientras influencers políticos acumulan seguidores. “Ya no nos conformamos con tiktoks: queremos fiscalizar”, dice una youtuber de 22 años.

8. ¿Y Ahora Qué? Un Futuro en la Cuerda Floja
El sabor amargo de la impunidad (95% de crímenes sin resolver) se mezcla con la esperanza de una ciudadanía que insiste en votar. Las reformas judiciales de 2024, que politizan a la Corte, podrían sepultar contrapesos… o inspirar una resistencia civil inédita. “México es un paciente en terapia intensiva”, advierte un analista, “pero su corazón democrático aún late”.


 La democracia mexicana (2018–2025) es un espejo roto: refleja tanto la resiliencia de su sociedad como las grietas de un sistema bajo asedio. Entre balas y boletas, el país escribe su propia paradoja.

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