Ciudad de México, 15 de enero de 2024 – En la colonia Ejidos de San Cristóbal, Ecatepec, Méx., los vecinos han tomado una postura firme al detener las obras de reperforación de un pozo de agua potable. La protesta, que comenzó desde temprano este lunes, surge como respuesta a los daños causados a seis viviendas por el uso de maquinaria pesada en la obra. Los residentes, alarmados por la situación, exigen compensaciones y garantías de que el agua extraída beneficiará a su comunidad.
El conflicto se centra en la calle Maple, donde los trabajos de reperforación del pozo han provocado severos daños estructurales en viviendas cercanas. Pancartas con mensajes como “Exigimos la indemnización de los daños. No tiren nuestro hogar” reflejan la desesperación y el temor de los habitantes ante la posible pérdida de sus hogares.
Francisco Sánchez, un vecino directamente afectado, compartió su experiencia sobre cómo la obra ha perjudicado su vivienda, causando daños significativos. “Estamos durmiendo y descansando y parece que está temblando,” expresó Sánchez, resaltando la gravedad del impacto de las vibraciones generadas por la maquinaria.
Los vecinos no se oponen a la reperforación del pozo en sí, reconocen la necesidad de acceso al agua potable. Sin embargo, su lucha se centra en la demanda de un peritaje justo y la reparación de los daños a sus propiedades. Además, exigen que el agua obtenida del pozo recién rehabilitado sea distribuida en su colonia, en lugar de ser vendida, como ocurrió con el pozo anterior.
En respuesta a la protesta, representantes del gobierno municipal y del Sistema de Agua Potable, Alcantarillado y Saneamiento de Ecatepec (Sapase) se presentaron en el lugar. Se acordó una reunión para el próximo miércoles con el objetivo de abordar estas preocupaciones. Paralelamente, personal de protección civil inició la revisión de las casas afectadas para evaluar los daños.
Esta situación destaca el dilema entre el desarrollo de infraestructura esencial y el impacto en la vida de los ciudadanos. Los habitantes de Ejidos de San Cristóbal permanecen en vilo, esperando soluciones concretas que resuelvan tanto sus necesidades de agua como la seguridad de sus hogares.