Ciudad de México, 27 de noviembre de 2024. – En una medida para fortalecer la lucha contra el desperdicio de alimentos y la inseguridad alimentaria, el Congreso de la Ciudad de México instó a las 16 alcaldías de la capital a coordinar esfuerzos con la Secretaría de Inclusión y Bienestar Social para impulsar campañas de donación altruista de alimentos. La propuesta fue presentada por el diputado Juan Estuardo Rubio Gualito (PVEM), quien destacó que la difusión y promoción de esta práctica contribuirán a atender las necesidades alimentarias de las personas más vulnerables.
El legislador señaló que una de las principales problemáticas que enfrenta la sociedad es el desperdicio de alimentos, un fenómeno que no solo afecta la economía, sino que también tiene repercusiones graves para el medio ambiente. Explicó que los alimentos desechados contribuyen significativamente al cambio climático, ya que al descomponerse en vertederos, emiten metano, un gas de efecto invernadero que tiene un impacto 25 veces mayor que el dióxido de carbono.
«Cada año, millones de toneladas de alimentos aptos para el consumo son desperdiciados, mientras muchas familias luchan por acceder a una alimentación adecuada», comentó Rubio Gualito. Añadió que este desperdicio también implica una pérdida de recursos naturales esenciales como agua, energía y tierras cultivables, lo que agrava aún más la crisis ambiental.
En este contexto, el diputado hizo un llamado a crear alianzas estratégicas con actores clave de la cadena alimentaria, como productores, distribuidores y comercializadores, para maximizar los recursos y reducir el desperdicio. Aseguró que países como Argentina, Brasil, Colombia, España y Perú han dado pasos importantes en la legislación de la donación de alimentos, y destacó que, aunque la Ciudad de México ya cuenta con una ley en este sentido, los esfuerzos no han sido suficientes.
“Es urgente que avancemos en políticas públicas que conviertan el desperdicio de alimentos en una oportunidad para el bienestar social y ambiental”, puntualizó Rubio Gualito.
Esta propuesta tiene como objetivo sensibilizar a la población y fomentar una cultura de solidaridad, en la que los alimentos que no se comercializan, pero que aún son aptos para el consumo humano, puedan ser destinados a quienes más lo necesitan. Sin duda, una medida que busca dar un paso firme hacia una Ciudad de México más justa y sostenible.