CDMX a 21 de octubre de 2024.-El servicio social, una tradición que desde hace casi 90 años conecta a la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) con las necesidades más apremiantes del país, continúa siendo un bastión de solidaridad y transformación. Durante la ceremonia de entrega del Premio al Servicio Social «Dr. Gustavo Baz Prada» 2024, el rector Leonardo Lomelí Vanegas destacó la relevancia de esta iniciativa como uno de los puentes más sólidos entre la universidad y la sociedad.
“Su entrega en iniciativas que han beneficiado a la sociedad encarna los más altos valores de esta casa de estudios: solidaridad, empatía, rigor y compromiso con el desarrollo de nuestro país”, afirmó Lomelí desde el auditorio Raoul Fournier de la Facultad de Medicina.
Reconocimiento al impacto social
El galardón fue otorgado a 188 estudiantes de diversas disciplinas cuyas aportaciones han mejorado áreas como salud, educación, derecho, seguridad, sostenibilidad e ingeniería. Asimismo, se reconoció a 60 académicos que con su guía han maximizado el impacto de estos proyectos.
En su intervención, el alumno Ricardo Tapia compartió cómo su participación en el programa Casa Refugiados lo marcó profundamente. En este proyecto, trabajó con niñas y niños migrantes provenientes de Haití y Venezuela, demostrando que “es mejor servir que ser servido”. Por su parte, Michel Aidet Cortés, otro estudiante galardonado, narró su labor en un proyecto de divulgación científica que benefició a más de 350 estudiantes de primaria y secundaria en Mérida, Yucatán, calificando al servicio social como un verdadero «motor de cambio».
Una tradición con impacto nacional
El servicio social en la UNAM tiene sus raíces en 1936, cuando Gustavo Baz Prada, entonces director de la Escuela Nacional de Medicina, implementó esta práctica para llevar atención médica a comunidades marginadas. En 1945, se estableció como requisito para la titulación, consolidándose como una actividad que transforma no solo a las comunidades, sino también a quienes participan en ella.
Fernando Macedo, secretario de Servicio y Atención a la Comunidad Universitaria, enfatizó que este programa no solo permite aplicar conocimientos académicos, sino también desarrollar una profunda conciencia social en los estudiantes.
Mirando hacia el futuro
El rector Lomelí subrayó que la UNAM seguirá fortaleciendo estos programas, los cuales tienen un impacto significativo en todo el país. “El servicio social permite que la juventud se acerque a realidades profundas y diversas; aquellas del México que aún hoy necesita de nuestra ayuda”, concluyó.
La ceremonia contó con la presencia de destacados funcionarios universitarios y familiares de los galardonados, en un evento que reafirmó el compromiso de la UNAM con la formación de profesionales íntegros y comprometidos con el bienestar colectivo.
El servicio social no solo transforma vidas, sino que, como bien dijo un galardonado, es un recordatorio de que el conocimiento cobra verdadero sentido cuando se comparte y beneficia a quienes más lo necesitan.