exto y fotografía: Denisse Chávez / Maya Comunicación
Fue el centro de un barrio prehispánico dedicado a la alfarería. A lo largo del virreinato se le conoció como ‘Plazuela del Jardín’, hasta que parte del viejo mercado del Baratillo logró establecerse allí. Su nombre lo obtuvo de una sección del tianguis que se instalaba en la Plaza Mayor (Zócalo) desde el siglo XVI. Se vendían artículos averiados por los viajes a través del Atlántico (‘mercado de averías’), donde se comerciaban objetos de segunda mano que los vecinos subastaban o intercambiaban. Tras ser expulsado del Zócalo, ‘el Baratillo’ se instaló en la Plaza del Factor, de donde fue nuevamente echado en 1856 para construir ahí el Teatro Iturbide (donde actualmente se halla la ex Cámara de Diputados).
La Plaza de Baratillo fue rebautizada como Plaza Garibaldi en 1921, como homenaje al nieto de Giuseppe Garibaldi: José «Peppino» Garibaldi, quien combatió en las filas de Francisco I. Madero durante la Revolución Mexicana.
Desde los años veinte, la plaza comenzó a atraer mariachis y cantinas, diez años después, el presidente Abelardo L. Rodríguez instituyó la charrería como recreo nacional. La remodelación de Garibaldi es una de las mayores por las que ha pasado el lugar. El Museo del Tequila y el Mezcal, la Escuela para mariachis y sus edificios y callejones aledaños son un buen lugar para disfrutar en pareja o familia.
Además de la tradicional oferta de mariachi, se ofrece otros géneros musicales, como los Tríos, el Son Jarocho y la Música Norteña. La plaza se encuentra abierta las 24 horas, podrás visitarla en cualquier momento.
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