Por Bruno Cortés
En un país como México, donde los desastres naturales son parte del paisaje, la diputada Noemí Berenice Luna Ayala ha decidido que es hora de actuar. Coordinadora del Grupo Parlamentario del PAN, ha presentado una iniciativa que busca crear dos fondos vitales: el Fondo de Apoyo Social ante Desastres Naturales (Fasden) y el Fondo para Atender a la Población Rural Afectada.
La propuesta es sencilla pero poderosa. La idea es que, cuando un desastre natural golpee a una comunidad, haya recursos inmediatos y suficientes para ayudar a la gente a levantarse de nuevo. “Si bien los desastres son impredecibles, la respuesta del gobierno no debe serlo”, afirma Luna Ayala, destacando la urgencia de contar con un plan que funcione cuando más se necesita.
Pero, ¿qué significa esto en términos prácticos? La diputada plantea hacer reformas a varias leyes importantes, como la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria y la Ley General de Protección Civil. Estas modificaciones asegurarían que siempre haya dinero disponible en el presupuesto federal para prevenir desastres y atender a las comunidades rurales que se ven afectadas por fenómenos climáticos.
Luna Ayala no olvida mencionar el mal manejo que hubo en la respuesta al huracán «Otis» hace un año. Asegura que la eliminación del Fonden, el fondo que solía ayudar en estas situaciones, limitó la capacidad del gobierno para actuar rápidamente. “El gobierno no puede evitar los desastres, pero sí puede mitigar el sufrimiento de las familias a través de la prevención y una respuesta rápida”, argumenta con convicción.
En su llamado a la acción, Luna Ayala invita a sus compañeros diputados, especialmente a los de la mayoría, a reconsiderar su postura. Les pide que escuchen las propuestas de la oposición y que trabajen juntos en reformas que realmente beneficien a la población más vulnerable, esa que muchas veces queda a merced de la naturaleza sin el apoyo necesario.
La propuesta de la diputada Luna Ayala no solo busca prevenir, sino también asegurar que las comunidades tengan un respaldo firme en momentos críticos. A través de esta iniciativa, el objetivo es transformar la manera en que el gobierno responde a los desastres, brindando la esperanza de que, con la planificación adecuada, se puede reducir el impacto de la naturaleza en la vida de las personas.